Hawái: cuando el tintineo del dólar es la mejor banda sonora

PLATA O PLOMO

El buen rollo con el que suele terminar cada capítulo de «Hawaii 5.0» es solo una ficción. Daniel Dae Kim (Chin Ho Kelly) y Grace Park (agente Kono) se largan de la serie porque no le han igualado el sueldo con sus otros dos compañeros de reparto. El dinero y el cine tienen una gran relación en estas islas del Pacífico

06 oct 2017 . Actualizado a las 16:00 h.

Comenzó siendo un remake de una serie, emitida entre 1968 y 1980, en la que la mirada profunda de John Lord y la ágil música compuesta por Morton Stevens llenaron las primeras pantallas de televisión en color de España. Sin embargo, en nuestra época de plataformas y streaming la réplica ya es más famosa que la original, nacida de un acuerdo económico entre el Estado de Hawaii y la CBS. Mientras hace solo unos días se estrenó en Cuatro la séptima temporada, en Estados Unidos acaba de comenzar la emisión de la octava, que aquí podrá verse en V.O., en Fox, desde el día 19.

Pero Hawaii 5.0 se enfrenta ahora a un reto más complicado al que habitualmente sus protagonistas encuentran solución en cada capítulo. Hace unas semanas se supo que los dos actores que interpretan a policías nativos de estas islas (Daniel Dae Kim, en el papel de Chin Ho; y Grace Park, como Kono Kalakaua) dejaban la serie al final de la séptima temporada después de que la productora les negase un 15 % de aumento de sueldo para igualarse con Alex O’ Laughlin (Steve McGarret) y Scoot Caan (Danny Williams), que en la ficción ponen el toque WASP a esta unidad policíaca de élite y que en la vida real se llevan, además de su sueldo, un porcentaje por los beneficios económicos que obtiene cada capítulo. No haremos spoiler, pero en el 5.0 que viene Chi ho y Kono estarán fuera de la isla con otras misiones. Y el guion, claro está, irá retorciéndose hasta encajar la entrada de otros personajes, aunque en los primeros capítulos se destilará la nostalgia de nuestros rubios policías por los ausentes de ojos rasgados.

Porque esta vez nuestros héroes de la tele no consiguieron sus objetivos. Y eso que ni Dae Kim ni Grace Park son precisamente unos don nadie en el mundo de la televisión. El primero, de origen coreano con nacionalidad estadounidense, ya era un rostro muy conocido cuando ficho por Hawaii 5.0 después de haber participado en las seis temporadas de Lost (Perdidos), también rodada en Hawái; y Park (estadounidense de nacimiento, canadiense de nacionalidad) había destacado, entre otros papeles, en la serie Battlestar Galáctica. Ambos son conocidos activistas en defensa de los derechos de los actores asiático-americanos en el cine y la televisión, ya no solo en la desigualdad económica, sino también en las tarea de eliminar estereotipos -que según Dae Kim apenas han mejorado desde las primeras interpretaciones de Fu Man Chu- y en promover una mayor diversidad étnica en las series, que se corresponda con la multiculturalidad del país . El propio Kim reconocía en una ocasión su malestar por el hecho de que en un capítulo de Hawaii 5.0 hubiesen elegido para interpretar el papel del jefe de una yakuza a un actor blanco que se expresaba japonés. Claro que Kono y Chin ho , con jugosas ofertas, tampoco se han tirado al vacío. Y la octava temporada de la serie, comienza a rumorearse, puede ser la última. De hecho, el gran protagonista, Alex O’ Laughlin-Steve McGarret ha dicho públicamente que no podrá aguantar mucho más el ritmo de trabajo porque tiene el cuerpo hecho papilla con tanto golpe que se da en los rodajes. Sea lo que sea, lo que está claro es que la CBS se sacará más pronto que tarde otra serie ambientada en Hawái, como lleva haciendo desde hace décadas (¿se acuerdan, sir ir más lejos, de Magnum P.I.?). Y no solo porque los paisajes de estas islas estadounidenses del Pacífico sean un magnífico escenario, sino también por las ventajas económicas -incluidas las fiscales- que el gobierno de Hawái les ofrece. Como con la marcha de estos actores asiáticos, todo por la pasta.