Bad Bunny, el profeta del trap latino

CARLOS PEREIRO

FUGAS

cedida

Tiene nombre de villano de Marvel, 23 años y acumula 700 millones de reproducciones de vídeos en la Red. Tu hijo sabe bien quién es

29 sep 2017 . Actualizado a las 20:21 h.

Bad Bunny tiene nombre de villano de la Marvel, pero en realidad se llama Benito Antonio Martínez Ocasio. Y hoy por hoy, ejemplifica el éxito masivo del trap, ese género urbano que arrasa entre la juventud de medio mundo. Solo tiene 23 años, sin embargo ya acumula más de 700 millones de reproducciones en los vídeos que cuelga en la Red (si contamos las colaboraciones supera holgadamente las 1.500). Este sábado tomará la Pelícano. Latinoamérica se le ha quedado corta.

Gracias a temas como Soy Peor y Pa’ Ti, junto con Bryant Myers; Bad Bunny se ha convertido en uno de los exponentes de la nueva ola de trap latino que se ha posicionado en lo más alto de las listas al margen de los canales de transmisión habituales. No es de extrañar, por ello, que el puertorriqueño apenas les suene a aquellos que reciben su dosis musical a través de la radio o la televisión. YouTube y Spotify mandan, y es ahí donde el trap ha encontrado un terreno propicio en el que crecer y establecerse. Negar su éxito, o acusarlo de burbuja sería ir contracorriente a las cifras que maneja y al apoyo de una nueva generación que ha encontrado (y dado forma en cada región) un género propio al que subirse.

La madriguera de Bad Bunny se sitúa entre San Juan y Vega Baja. De su carrera poco se puede contar, no porque no sea intensa o exitosa; sino más bien por lo meteórica que ha sido. Desde que DJ Luián y los productores Mambo Kingz lo tomaron en su regazo nada ha conseguido detener al conejo malo. Él es responsable de que la juventud latina empezara a fijarse más en el trap que el reguetón (tras casi dos décadas de dominio absoluto en las pistas de baile), una especie de profeta del género: religioso, educado, bien vestido y atractivo.

¿Y de qué les habla el elegido latino del trap a sus seguidores? Dinero y mujeres ocupan su paleta lírica. Nada fuera de lo habitual, incluso que varios sectores lo acusen de rezumar cierto aroma machista. «Sigue tu camino que sin ti me va mejor. Ahora tengo a otras que me lo hacen mejor. Si antes yo era un hijo de puta, ahora soy peor», canta en Soy Peor. Es su hit masivo, un canto a la pérdida de la pareja y a la autodestrucción consiguiente. Sus frases adornan miles de estados de WhatsApp entre la juventud. Es imposible que no suene este sábado.

Su nombre artístico se lo ganó en el colegio, cuando acudió disfrazado de conejo pese a odiar el atuendo festivo. Su cara de enfado era tan evidente que los compañeros lo bautizaron con el sobrenombre que ahora saca los colores a las estrellas pop en cuanto a audiencia. Por poner un ejemplo, el vídeo de Love Drought, último single de Beyoncé, cuenta con once millones de reproducciones en medio año. Tú no metes cabra, de Bad Bunny, acumula casi doscientos millones en dos meses.

El profeta del trap latino posee una atmósfera densa, no apta para todos los públicos. Autotune y bases pesadas para conquistar Europa. No es la primera vez que viene y no será la última.