El escritor trabaja en una trilogía que inició con «Hotel Paradiso», que continúa ahora con «El libro de Jonás» y que cerrará al parecer con «El libro de los adioses».
14 abr 2017 . Actualizado a las 05:15 h.En tal día como hoy de hace cincuenta años, una varilla de paraguas lanzada como flecha desde un elemental, rudimentario e infantil arco con pretensiones de ballesta impactó de lleno contra el ojo derecho del niño Justo Pastor Blanco, de 9 años de edad, mientras jugaba a indios y vaqueros en la pequeña plaza del ábside, la que hay en la parte trasera de la iglesia de Santa María de Vilaponte».
Vilaponte es Viveiro, la ciudad natal de Ramón Pernas, autor de esta novela, El libro de Jonás, que edita Espasa y que comienza así, tal como reproducimos en el párrafo inicial. Excelente. La prosa, límpida, fluye como un manantial a lo largo de toda la novela; de hecho, la sensación con la que queda quien lee estas páginas es muy parecida a la que se tiene cuando te sientas en la margen de un río con todo el caudal ante ti. Esa misma placidez. Una narración transparente, fruto de una mirada un tanto especial, tamizada por la memoria y por una cierta nostalgia y, claro está, por el oficio y la experiencia de escritor.
Ramón Pernas trabaja en una trilogía que inició con Hotel Paradiso, que continúa ahora con El libro de Jonás y que cerrará al parecer con El libro de los adioses.
Estamos ante una novela de amor, en cierto modo, pero un amor que perdura y crece, que va creciendo con la edad o con las edades. Estamos también ante un libro de memoria colectiva de un tiempo y de una generación de posguerra y transición hasta hoy. Libro de reflexión y madurez escrito con varias voces y con sus propias perspectivas.
Para mí -y eso lo pienso ahora mismo- la novela está en parte concebida con esa mirada especial del niño Justo, con un solo ojo, y recoge así con una precisión exquisita y un encuadre propio cada detalle, por mínimo que sea. Y está el papel que juega la memoria, que le cuenta al otro ojo, el vago, lo que no puede ver. Y resulta así una narrativa fantástica que resume una vida con la mayor delicadeza. Con personajes entrañables. Vilaponte es el origen y el final; su ciudad natal -que conozco bien (un descubrimiento, también para mí, quizás el mayor), que me acoge desde hace ya muchos años-, ciudad-escenario que realza la novela. ¡Qué preciado homenaje a los orígenes!
Ramón Pernas, ya con una dilatada y reconocida trayectoria literaria (premio Ateneo, Emilio Alarcos, Azorín...), ofrece este Libro de Jonás como homenaje a sus orígenes, a sus raíces; también a los suyos. Eso, y el tiempo lo dirá, es uno de los mayores tesoros: ese ser de algún lugar, que él lleva a sus libros con maestría y con una lucidez exquisita, tamizada, como dije, por la memoria y la nostalgia.
Una novela para disfrutar y que a su vez, seguro, nos hace recordar; nos lleva como de la mano a revivir experiencias propias. En un tiempo como el actual de velocidad y de puro vértigo, esta prosa -esta novela- es un regalo.
AUTOR RAMÓN PERNAS
EDITORIAL ESPASA
286 PÁGINAS
AUTOR RAMÓN PERNAS
EDITORIAL ESPASA
286 PÁGINAS