«Ser mujer es arriesgado»

ANA MONTES

FUGAS

ana montes

El filme «Bar-Bahar» refleja la vida de tres chicas palestinas en una sociedad en constante cambio. Ha sorprendido tanto como la oscarizada «El viajante»

17 mar 2017 . Actualizado a las 05:15 h.

El filme israelí Bar-Bahar, entre dos mundos, puede tener continuación porque su directora anuncia sus ganas de convertirla en parte de una trilogía. Con mucho que contar, denunciar y tabúes que romper, la palestino-iraní Maysaloun lucha por que la mujer en el cine árabe tenga más protagonismo. Pasó por el festival de San Sebastián como una diosa con esta «película activista pero no como se espera», matiza esta mujer que no cree en contrarios enfrentados sino en el sutil mundo de los matices. Maysaloun Hamoud, la orgullosa directora de esta obra redonda y feminista sobre Salma, Laila y Nur, tres jóvenes palestinas con pasaporte israelí que optan por vivir libremente en Tel Aviv, lejos de sus familias, refleja a ritmo de rave, hip hop y música oriental, una realidad palestina «marginada» y en busca del cambio, constata. Esta es otra de las denuncias de la directora en su cine desafiante y «realista» que asegura estar plasmando lo que está pasando en su sociedad, al eco de la nueva ola de cineastas árabes.

-¿Ser mujer y directora de cine es un riesgo para ti?

-Sí, ser mujer es arriesgado. El mundo del cine está dominado por los hombres y nosotras somos un porcentaje muy pequeño. Además hay muchos temas que no se tocan en un cine masculino. Las mujeres no tienen la igualdad que se merecen, más como me sucede a mí, que soy una palestina en Israel, por lo que sufro una gran discriminación. Al ser palestina, aquí soy una perdedora desde el principio porque no nos dan financiación como a los judíos, y siendo mujer, te dan menos. No desarrollan nuestra cultura en nuestra sociedad palestina y todo es mucho más difícil para hacer una película.

-Esa modernidad a la que da paso la tradición y que vemos en la película ¿está sucediendo de verdad?

-Mi cine es muy realista y está plasmando en la pantalla lo que está pasando en nuestro mundo. No juzgamos, solo reflejamos. Pero a la gente no le gusta ver su reflejo en el espejo. Además a veces no está bien hacer preguntas. Por eso he utilizado la película para mostrar eso.

-¿Has ayudado alguna vez a una mujer a quitarse el hiyab, el velo?

-No hace falta ayudar a una mujer. Cada una tiene que escoger lo que quiera y obrar en consecuencia. Si quiere llevarlo, puede hacerlo. Ninguna tiene que obligar a otra a hacer otra cosa.

-¿Qué herramientas de supervivencia desarrolla una mujer que vive entre la tradición y la modernidad como las protagonistas?

-La solidaridad entre mujeres es muy importante y es la herramienta que puede mover todo y también crear un movimiento feminista que adquiera cada vez más fuerza. Claro que existe ya, y yo no soy la única en contar esto. Soy parte de un movimiento. Pero todas las mujeres deben ser solidarias entre sí, no solo con las que conviven en su mismo ambiente.

-¿Fue complicado reunir a todas tus mujeres en el cásting?

-Nuestro cine palestino es muy joven, no tenemos muchos actores y los que hay son sobre todo hombres. No solo en el cine palestino, sino tampoco en el árabe en general hay muchas actrices capaces de hacer un papel como el de mis tres mujeres protagonistas, sino papeles más estereotipados y nunca principales. Entonces eso planteó un problema. Pero yo siempre he querido hacer un cine naturalista, realista y auténtico. Así que si no tengo actores profesionales, no me importa trabajar con no profesionales. Basta con que lo hagan bien. Por tanto, moviéndome en este ambiente es cuando me encontré con Salma, que en su vida real es pinchadiscos y diseñadora gráfica.

-¿Y Nur y Laila?

-Ellas sí son actrices, pero Nur solo trabajaba en teatro, sin protagonismo. El problema fue encontrar a Laila y un mes antes del rodaje no teníamos actriz porque cada vez que aceptaba una, renunciaba en el último momento. Y es que Laila es nuestro álter ego, lo que todos quisiéramos a hacer pero no hacemos. Esto para la actriz que la encarna tiene un riesgo porque en un cine tan nuevo como el nuestro, los espectadores no diferencian entre quién es el actor y quién la persona.

DIRECTORA

MAYSALOUN HAMMOUD

Salma, Laila y Nur, palestinas con pasaporte israelí, optan por vivir una vida de libertad en Tel Aviv, lejos de sus lugares de origen.

«Bar-Bahar»

MAYSALOUN HAMMOUD

Salma, Laila y Nur, palestinas con pasaporte israelí, optan por vivir una vida de libertad en Tel Aviv, lejos de sus lugares de origen.