El disco que llevó el rock alternativo al número uno

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REM en una imagen de la época
REM en una imagen de la época cedida

Universal reedita el álbum «Out of Time»  de R.E.M. en su 25 aniversario

09 dic 2016 . Actualizado a las 11:29 h.

Todo lo que había burbujeado en la escena alternativa americana en los años anteriores estalló en 1991. El primer toque lo puso Out Of Time, el disco con el que R.E.M. se hicieron universales mirando de tú a tú en las listas de ventas a U2, Michael Jackson o Guns n’ Roses. Doce millones de copias despachadas y siete nominaciones a los Grammys pusieron la estadística. Miles de personas en todo el mundo derritiéndose ante Losing My Religion y convirtiéndola en un himno, el corazón y la emoción genuina.

Se cumplen 25 años de todo aquello y Universal reedita el álbum. Reencontrarse con aquella mandolina, aquella voz que mezclaba miel y tristeza y aquellos versos inquietantes («La vida es más grande / más grande que tú / y tú no eres yo») supone visitar la grandeza de la música pop en toda su dimensión. No es el mejor disco de R.E.M., pero se trata de un disco excepcional. Un elepé que rebajaba la carga eléctrica precedente para pasearse por el desamor en diferentes escenas, todas igual de formidables. Con dulzura en Near Wild Heaven, con arrebatos de optimismo en Shiny Happy People, con inmersiones en la oscuridad minimalista en Low y con maravillas de country viciado desesperado en un Country Feedback, que conserva todo su misterio.

Esta visita se acompaña de un segundo cedé que permite ver cómo eran los temas del disco antes de su grabación definitiva. Se puede contemplar así el primitivo Near Wild Heaven en maqueta, interpretado por Michael Stipe en lugar de Mike Mills. También un embrionario Endgame desprovisto de arreglos, titulado provisionalmente Slow Sad Rocker. O, cómo no, la evolución de un Losing My Religion que se iba moldeando inconsciente de su potencial. También aparecen curiosidades inéditas como 40 sec o Fretless, que ayudan a completar el cuadro del momento.

Pero lo mejor se encuentra en el disco. Brillantemente producido, con el punto exacto de extrañeza y accesibilidad y con una banda talentosa como pocas. Poco después iba demostrar que aún podía llegar más alto. Sí, en 1992 salía Automatic For The People. Y con él, el cielo definitivo para un grupo genial.