«Trainspotting»: 20 años ya

FUGAS

Danny Boyle celebra el aniversario rodando «Porno», la secuela que Irvine Welsh escribió en el 2003

12 ago 2016 . Actualizado a las 09:15 h.

Trainspotting, literalmente, es algo así como ver pasar los trenes. Una afición propia del jubilado que tiene tiempo para regalar... O de una pandilla de yonquis inadaptados que pretenden vivir del subsidio de paro y buscarse la vida lo justo hasta conseguir un chute más. Trainspotting es también una palabra de argot que en Escocia, donde todo esto transcurre, significa algo así como buscar una vena buena en la que inyectarse. No pregunten el qué.

Cuando Irvine Welsh publicó su novela en 1993 pronto quedó claro que se trataba de una obra generacional. Maestro en recoger y trasladar el lenguaje de la calle, Welsh puso sobre el papel a un grupo de jóvenes sin sitio en la estructura social que el thatcherismo acababa de perfilar y los humanizó. Nos mostró sus miserias, pero no solo eso. «No somos gilipollas», dice Renton en un pasaje de la novela: «Piensa en tu mejor orgasmo, multiplícalo por mil y ni siquiera estarás cerca», expone el joven para justificar lo bien que sienta una dosis de heroína.

Tres años después, Danny Boyle, que era un director joven y con un único largometraje en su currículum, agarró el texto de Welsh, que ya había sido adaptado al teatro, y consiguió una película nueva, fresca y distinta que en poco tiempo se hizo de culto, aprovechando la fuerza de la historia, el talento de un reparto en estado de gracia y una banda sonora de gran potencia.

Todos salieron disparados de la experiencia. Danny Boyle asentó una carrera que le llevaría al Oscar; Ewan McGregor pasó de la politoxicomanía a convertirse en el joven Obi Wan e Irvine Welsh se convirtió en uno de los más celebrados autores de Escocia y, en general, del Reino Unido. Sin embargo, su trayectoria literaria ha girado muy estrechamente alrededor del universo creado en Trainspotting. Es normal que acabara escribiendo una secuela. Lo hizo en 2002 y la tituló Porno.

El tiempo no perdona

Ahora, dos décadas después de que los tóxicos chavales de Leith dejaran ojipláticos a una generación de espectadores, Danny Boyle ha decidido, que valía la pena celebrarlo con otra película, aunque a sus jóvenes yonquis le hayan pasado por encima el doble de años que a los personajes de Porno.

De momento poco se sabe de la película. Tanto Boyle como McGregor se han deshecho en elogios hacia el guion, asegurando que nunca se habrían planteado el proyecto sin un texto que no desmereciera de la icónica cinta que lo precedió. Hace unos días, se pudieron ver las primeras imágenes del rodaje: una recreación de la mítica secuencia en la que un tren sale lentamente de una estación rural para dejar en el plano la desoladora soledad de Renton, Sick Boy, Spud y Tommy, en este caso sustituido por Begbie, frente a la enormidad del campo escocés.

¿Qué cuenta Porno? Básicamente cómo quedaron los chicos después de que Renton les dejara en la estacada llevándose las 16.000 libras del turbio negocio efectuado en Londres y que supone la cruel y descarnada moraleja de la historia. Algo así como «Dále el palo a tus colegas, ellos te lo darían a ti».

Las imágenes que han trascendido hasta el momento nos muestran que el tiempo no perdona. Lo peor es que no solo han envejecido los actores. También lo hemos hecho nosotros. Y estamos más cerca de la parte final del legendario monólogo inicial. ¿Recuerdan?: «Elige la vida, elige un empleo, elige una familia... Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte». El estreno, en enero del año que viene.