Esperando a los delfines

FUGAS

Con contención, sutileza, un suave desencanto y gran sentido de la elipsis, la escritora y periodista Zsuzsa Bánk ofrece «En pleno verano» doce historias que hacen sentir el sol de otros tiempos en la piel pero también el frío de los atardeceres de agosto

29 jul 2016 . Actualizado a las 05:00 h.

El verano es un ideal que nos regala la infancia y proyecta su sombra el resto de la vida. Porque lo más duro puede suceder bajo un sol a plomo, con esa extrañeza de la pena a deshora. Con contención, sutileza, un suave desencanto y gran sentido de la elipsis, la escritora y periodista Zsuzsa Bánk (1965, Fráncfort del Meno) ofrece En pleno verano 12 historias que hacen sentir el sol de otros tiempos en la piel pero también el frío de los atardeceres de agosto. Nombrar el qué de estos cuentos sobre pérdidas y reencuentros no es fácil. Su esencia está en la forma en la que se van haciendo, como hondas impresiones que se tienden a secar al aire e invitan al lector a indagar en las sombras de la memoria. El regusto amargo de los ritos de la tribu, la naturaleza voluble del amor, la amistad que acaba pero se mantiene por inercia, la realidad insoportable de las parejas con hijos, miedos cervales y despedidas imposibles asaltan En pleno verano. Son piedras de lucidez arrojadas al cristal del impasible fluir de lo cotidiano. La autora de El nadador señala lo vulnerables que somos. Pero no juzga, comprende. E invita a sentarse ante un amplio tendal de palabras al viento. O a escaparnos junto al mar a esperar a los delfines, y sentirnos más felices que nunca.

En pleno verano. Novela. Zsuzsa Bánk. Traducción de Marina Bornas Montaña. Acantilado. 137 páginas