El espíritu «Varekai» llega a Galicia

FUGAS

Desde su estreno en el 2002, el espectáculo «Varekai» del Cirque du Soleil, un homenaje al sentimiento de comunidad y el espíritu nómada del circo, ha cautivado a más de diez millones de personas. El 22 de diciembre llega a Galicia. La voz viajó a Viena para ver el montaje y adentrarse en el «backstage» de esta compañía en la que la emoción y la magia surgen del talento y el esfuerzo de medio centenar de artistas de 19 países

08 dic 2015 . Actualizado a las 18:22 h.

Cien personas en el espectáculo, cincuenta artistas, diecinueve nacionalidades diferentes, ochenta estilismos, doce horas para llevar a cabo el montaje y 21 camiones, uno solo destinado a trasladar el vestuario. Son algunas cifras del mundo Varekai, el espectáculo del Cirque du Soleil que desembarcará en A Coruña del 22 al 28 de diciembre próximos. Se estrenó en Montreal en el año 2002 y desde entonces ha recorrido ya 130 ciudades de 23 países con más de diez millones de espectadores. La Voz de Galicia ha estado en Viena no solo para ver este grandioso espectáculo, sino para meterse en las bambalinas y en el día a día de sus miembros.

Y el día a día es agotador. Formar parte del elenco del Circo del Sol es un sueño, así que el ritmo es frenético. «¡Qué más puedo pedir después de esto!», dice la única española en el equipo artístico de Varekai, la barcelonesa Jessica Heredia. Solo acuden al hotel a dormir, y los días libres son muy pocos. La carpa tiene su propio servicio de cátering, así que desde la mañana viven inmersos en entrenamientos, ensayos, maquillajes y vestuarios. Porque una de las cosas que se enseña a los artistas de este circo cuando se incorporan al plantel es a maquillarse, por lo que los propios bailarines son los que se preparan cada noche para el espectáculo. Julie, relaciones públicas de la compañía, enseña el backstage mientras los acróbatas practican alguno de los saltos que se verán en la función. La luz es tenue y no hay griterío. Se trabaja en silencio y cada uno parece tener muy claro su rol. En el taller de costura las estilistas arreglan o dan los últimos retoques a los trajes, mientras el maquillaje permanece guardado en enormes neveras. «Lo hacemos para mantener la temperatura adecuada en todos los países a los que vamos», explica Julie. Y es que el Cirque du Soleil realiza todo su vestuario a mano, la mayoría de las piezas en el taller central que tiene en Montreal, Canadá. Zapatos y sombreros también se hacen manualmente, y de hecho cuando llegan los nuevos artistas se les saca un molde de su cabeza. La carpa suele estar entre cuatro y ocho semanas en cada localidad, pero los espectáculos oscilan entre una y dos, en función del tamaño.

En el Circo del Sol la convivencia es inevitable y multicultural. Son tantas horas juntos que no es extraño que se formen parejas en el propio espectáculo, como le ocurrió a la española Jessica Heredia. Más difícil es formar una familia con estancias en todos los lugares del mundo y apenas tiempo para volver a casa. No hay escuela en las carpas, pero sí hay artistas que se llevan a sus hijos, sobre todo cuando son pequeños.

¿Y cómo nació Varekai? Michael Smith, director artístico, relata la historia. Dominic Champagne, escritor y director, tuvo un accidente en un teatro «y de un día a otro se encontró con que no podía caminar. Él mismo cambió mucho, y alguna gente se adaptó a él y otra no». Es la historia de Ícaro, que debe enfrentarse al miedo y a la adversidad y apoyarse en los desconocidos. Ícaro cae del cielo -en una espectacular escena en los aires de su protagonista envuelto en una red- y emprende una aventura absurda y al mismo tiempo extraordinaria. Varekai significa «en cualquier lugar» en la lengua romaní de los gitanos, y todo el montaje rinde homenaje al espíritu nómada del circo.

Tras los ensayos, y con una puntualidad exquisita, arranca el espectáculo del Circo del Sol. Combina acrobacias con baile, breakdance, saltos espectaculares y un escenario con 230 árboles que representan el universo Varekai. Todo es artesano. No hay música enlatada. Dos cantantes ponen voz durante el show a los movimientos de los artistas. El humor también está presente. No hay lugar para el aburrimiento. La emoción y la sonrisa surgen en cada coreografía. Destacan, además del vuelo de Ícaro, las correas aéreas, dos personajes suspendidos y sujetos por sus muñecas, el equilibrio sobre bastones, el solo con muletas -un artista que se tambalea como un títere-, y los columpios rusos, con acróbatas que se lanzan al aire en una de las escenas finales. El broche de oro, el final feliz, con Ícaro y su prometida.

El propio Michael Smith reconoce que el esfuerzo del equipo es ingente, y parten ya de un nivel inicial muy elevado, «si no tienen talento, aquí no llegan». Una vez dentro, el ritmo es exigente, «en diez años trabajando aquí no creo que una sola vez haya tenido que empujarlos a trabajar más, al contrario. Muchos vienen del mundo deportivo con una enorme disciplina. Eso sí, hay que abrirlos a las emociones», explica este trotamundos del norte de York, que trabajó en el Lido de París y con Franco Dragone en Macao. Para este director, que durante trece años dirigió los espectáculos más prestigiosos del Cirque du Soleil, Michael Smith solo tiene elogios: «Hizo el espectáculo más grande que he visto en mi vida. Odiaba vivir en Macao, pero aprendí muchísimo de él». 

El Circo del Sol es ya un sinónimo de espectacularidad, emoción y calidad artística. Cada uno de sus show se mantiene durante años, y lo hace con giras mundiales en dos modalidades, carpa y arena. Con la carpa se vive de forma más intensa la esencia y la intimidad del circo, pero es necesario estar en cada ciudad entre cinco y siete semanas. Su filosofía es no acomodarse nunca. «Siempre tenemos que estar renovando, el entretenimiento debe estar continuamente en movimiento», aclara Smith tras los ensayos. «El público llega aquí y quiere inspiración y nosotros tenemos que transmitirla. Cada espectáculo traslada un mensaje humano, el de Varekai es la importancia de saber que no estamos solos, que todos necesitamos a alguien», cuenta este inglés, curtido en el teatro musical en sus inicios. 

El origen

A principios de los 80, en un pueblo próximo a Québec (Canadá), un grupo de personajes vagaba por las calles tocando, bailando y haciendo malabares. Eran Les Échassiers de Baie-Saint-Paul, una agrupación fundada por Gilles Ste-Croix, que despertó el interés de los vecinos y de Guy Laliberté. Fue este último quien fundó el Circo del Sol años después con parte de este equipo y su filosofía festiva. Ahora ya no necesitan presentación. Son 4.000 empleados en todo el mundo, más de 1.300 artistas. Más de 155 millones de espectadores han visto alguno de sus shows y en la compañía se hablan 25 idiomas diferentes. Solo este año tienen en marcha ocho giras por América, Australia, Asia y Europa; y otros diez espectáculos residentes, ocho de ellos en Las Vegas.

La gira española de Varekai comenzará en A Coruña el 22 de diciembre, y recorrerá Barcelona, Valencia, Málaga y Vitoria hasta el 31 de enero. 

A Coruña. Coliseo. Del 22 al 28 de diciembre. Varios horarios en función del día. Entradas de 34 a 76 euros. A la venta en Internet, por teléfono o en tiendas de A Coruña como FNAC, Carrefour o Halcón Viajes