Antonio Luque: «Me jode que ahora las músicas del pueblo sean las raves y el reguetón»

FUGAS

Ya era indie cuando aún nadie sabía qué era aquello, cuando en el 94 editó aquel oscuro disco, objeto de culto. Y lo sigue siendo 20 años después. Un poco más luminoso quizá, Sr. Chinarro nunca ha dejado de ser el ventrílocuo de sí mismo

04 abr 2015 . Actualizado a las 12:57 h.

Artesano de la palabra como pocos en su generación. Contenido en sus emociones pero de una poética desbordante. Antonio Luque es ese personaje que toda cultura musical debe tener. Y agradecer.

-¿Por qué la aventura de crear ahora un sello propio?

-Llevaba como 15 años pensando que tenía que hacerlo. Quería demostrarme que yo solo, en un rato, era capaz de hacer aquello que me ofrecían las discográficas con las que trabajaba antes. Lo he hecho y casi no se nota la diferencia.

-En alguna ocasión se han definido sus letras como surrealistas. ¿Le parece oportuno el calificativo?

-Dedicarse al surrealismo hoy en día no tiene lugar. Mis letras tienen un sentido, lo que ocurre es que no es fácil de pillar. Pero es bonito que cada uno le dé el suyo aunque no tengan todas las piezas puestas en su sitio.

-En su anterior disco maldecía al amor, pero este Perspectiva caballera vuelve a estar repleto de canciones alusivas al tema.

-Nadie tiene más presente a Dios que el ateo. A mí me pasa igual. Al negarlo vuelvo sobre él. Aunque por edad, no por la mía, sino por la del mundo, es un poco tonto seguir esperando ese gran milagro del amor.

-Suele decir que vive aislado en una burbuja. ¿Es una opción o una necesidad para salvaguardarse? 

-No sé... Es que fuera pasan coches o me puede morder un animal. Estoy mejor en casa con la guitarra. Salgo porque me gusta la cerveza de tirador y no tengo tirador en casa.

-También ha dicho que no necesita el 99 % de los productos que el ciudadano medio anhela. ¿Qué le sobra?

-Me sobra de todo. Con tener conexión a internet para trabajar y unas gafas de sol para cuando salgo me basta.

-¿Puede o debe ser el músico en sus composiciones ajeno a lo que le rodea?

-Si lo que nos rodea es la política, a mí me da una pereza increíble. Aparte, estoy convencido de que no va a cambiar nada, así que no seré yo quien se ponga con el rollo panfleto. Si alguien se tiene que poner a cortar cabezas no voy a ir de primero. Yo ya fui a las manifestaciones contra Rubalcaba en Sevilla en el año 87.

-¿Se le puede sacar partido a la anarquía?

-A una anarquía de buenas personas, sí. Pero la anarquía implica un grupo grande de gente y habría unos cuantos, seguro, que la liarían parda.

-En uno de sus últimos tuits dice que «a la hora de la siesta es más probable que te despierte el reguetón que el indie». ¿A qué se refiere?

-Recientemente han publicado un par de libros en los que parece que el indie es el eje del mal, que el país está así porque unos cuantos pijos -que yo no lo era- hicieron música. Ahora lo guay, lo verdaderamente del pueblo y lo que va a resolver la situación política del país son las raves y el reguetón. Y eso me jode. Si este país tiene algo que lo puede solucionar es la educación.

-¿Cree que se ha pervertido el término «indie»?

-Cuando algo mola, la sociedad lo absorbe y lo utiliza en beneficio de la mayoría. Siempre ha pasado. Y sí, ahora vas por Málaga y ves a cientos de niños con la barba y con ese aspecto como de cantante de Supersubmarina. Pero bueno, si no puede ser Patrullero Mancuso o El Niño Gusano mejor que conozcan a Supersubmarina y a Love of Lesbian que a Greta y los Garbo o porquerías como el Romeo (Santos) ese.

-Ha lamentado mucho las muertes de Pedro Reyes y Moncho Alpuente. ¿Hay una generación que se va quedando sin referentes?

-Para mí lo eran, claro. Y me fastidia que muera antes esta gente. Ninguno de esos cabrones en los que estamos ahora pensando tú y yo se va a morir en breve. Y eso me hace pensar hasta qué punto la maldad conserva, como conserva el vinagre a los pepinillos.

Conciertos

Santiago. Capitol. Jueves 9. 21.30 horas. 16 euros en compra anticipada, 18 euros en taquilla

A Coruña. Playa Club. Viernes 10. 23 horas. 16 euros en compra anticipada y 18 euros en taquilla