Duelo de ACB el vivido en el Pazo con motivo de la final de la Copa Galicia. La competición comienza en siete días y los de Mrsic parecen tener a día de hoy la maquinaria más engrasada que los de Epi. Esperanza para la afición lucense ante el inicio de temporada, con el objetivo de no pasar tantos apuros como en la anterior. Que no desespere la parroquia coruñesa, seguro que el equipo naranja mejorará su rendimiento ya que tiene un gran cuadro técnico.
El partido sirve para corroborar una vez más que el Breogán se ha reforzado con brillantez en la línea exterior. Aunque el conjunto lucense todavía no muestra una gran conjunción ofensiva en la circulación de balón, es tanta la capacidad de los Moore, Hilliard o Davis para anotar en diferentes situaciones, que los puntos caen solos. Quizá el único lunar parece el fichaje de EJ Onu, cuyo nivel parece estar lejos de lo esperado. Los herculinos van a tener problemas precisamente en el apartado de la anotación perimetral. Parte de este problema se puede solucionar si consiguen recuperar a Trey Thompkins para la causa. Varios jugadores como Figueroa o Taylor deben dar un paso adelante.
El partido fue dominado desde el inicio por los lucenses que, a través de transiciones (mal Coruña en el balance defensivo) y de situaciones de bloqueo directo, pudo anotar fácil. Estuvo imperial Jordan Sakho en el cómputo global del partido y tras una gran pretemporada, apunta que va ser el pívot titular del Breogán. Coruña no se fue del partido hasta el principio del último cuarto y demostró que va a ser un equipo competitivo. Pero para ganar partidos en la Liga Endesa hace falta mejorar los porcentajes de tiros liberados y, sobre todo, no encajar tantas canastas fáciles en el tramo final de partido.
En siete días comienza lo bueno, un espectáculo que ambas ciudades podrán disfrutar cada quince días y donde se podrá ver en acción a grandes jugadores. Ojalá que ambos equipos se mantengan en la élite.