ué fácil resulta opinar y analizar, sobre todo desde fuera, y qué bonito es construir. Claro que hay que intentar que el análisis sea coherente y se acerque a la realidad, faltaría más, por eso creo que hay que ser muy cuidadoso y respetuoso a la hora de hacerlo. Además, uno no puede y de ninguna manera debe dejar de ser lo que es. Llevo encima la profesión, soy entrenador, y sé de sobra lo que eso significa, lo maravilloso de este oficio y, a la vez, las dificultades, exigencias y responsabilidades que conlleva, de ahí que la cautela vaya por delante en esta valoración sobre el Río Breogán
La pretemporada es un momento decisivo en la construcción de un equipo. Es el tiempo de convertir un grupo en un equipo de verdad desde todos los puntos de vista: el la estructura táctica, los roles, la convivencia, las relaciones, el estilo de juego, el comportamiento, los automatismos... O sea, darle un sello. Mucho más cuando el grupo es casi en su totalidad nuevo, como es el caso del conjunto breoganista. Y en esta faceta, jugadores con el perfil y la personalidad de Erik Quintela y Jordan Sakho juegan un papel esencial. De momento, y eso es muy bueno, todo apunta bien. Resulta ilusionante y parece anunciar una temporada que puede ser bonita, sin perder de vista la complejidad de la ACB.
No descubrimos nada nuevo. Talento en el perímetro, con puntos, dirección, físico, conocimiento del juego y nivel defensivo para afrontar lo que venga. En las posiciones interiores, poderío físico, rebote, defensa y rapidez en el juego en movimiento. Un buen cóctel que ahora hay que combinar bien, con paciencia y, a la vez, con los mínimos necesarios para competir desde ya. Los inicios de campeonato son muy importantes. Sería ideal un buen arranque para, desde ahí, crecer constantemente, Charlie Moore, Jordan Davis, Darrun Hilliard, Aleksandar Aranitovic, Eric Vila, Adam Somogyi, Toni Nakic, Dragan Apic, Edin Atic, EJ Onu.... Nombres que ilusionan. Una plantilla bien construida para otro curso en la Liga Endesa. Ahora, a convertirla en un equipo que esté a la altura de ese escudo, de esa camiseta y de esa afición. Seguro que así será. Mucha suerte para lo que viene.