El base de Chicago se propone liderar «desde el ejemplo» al renovado equipo lucense en la ACB
12 sep 2024 . Actualizado a las 10:05 h.La impresión del breoganismo es unánime. En el ránking de los jugadores más diferenciales del Río Breogán en la nueva temporada ocupa un lugar destacado Charlie Moore (Chicago, 1998). Sus primeras pinceladas en Lugo fueron las de un base hábil, anotador, con una buena visión de juego y personalidad para asumir galones. Y de ambición va sobrado.
—¿Cómo va su adaptación?
—Muy bien. Me estoy adaptando rápido tanto a la ciudad como al club porque aquí la gente es muy buena. Tengo unos compañeros excelentes y también el cuerpo técnico me ayuda para que me sienta como en casa.
—Poco ha tardado en meterse al breoganismo en el bolsillo.
—Si estoy jugando bien es por la ayuda de mis compañeros y por el acierto de los entrenadores de ponerme en situaciones en las que más puedo aportar y ayudar al equipo a ganar.
—¿Como vio al equipo en los tres primeros ensayos de la pretemporada?
—Cada partido que jugamos fue mejor que el anterior, eso significa que vamos por el buen camino, progresando. Obviamente, todavía nos queda mucho que mejorar y eso lo conseguiremos con el entrenamiento diario y con el trabajo duro. La valoración hasta el momento no podría ser más positiva.
—En su presentación confesó que Veljko Mrsic le había pedido que fuese un líder. ¿Eso le genera presión?
—No, no, en absoluto. Voy a ser yo mismo. Siempre salgo al campo decidido a liderar desde el ejemplo.
—En la plantilla hay otros jugadores capaces de asumir el liderazgo por si Moore no está fino, ¿no cree?
—Seguro que sí. Tenemos varios jugadores veteranos, con experiencia, que han vivido todo tipo de situaciones y han pasado por temporadas largas y duras y que, además de tener calidad, tienen oficio para saber lo que necesita el equipo en todo momento para sumar victorias.
—Es dinámico, anotador, buen asistente... Se le aprecian muchas virtudes, pero ¿cuál diría que es la mejor?
—Mi inteligencia y el conocimiento que tengo del juego.
—¿En qué debe mejorar?
—Tengo margen de mejora en todas las facetas. Defensivamente, cuidando más el balón, en el tiro..., en todo se puede mejorar y es lo que intento hacer.
—Después de comprometerse con el Breogán compitió un mes en la liga de Libia con el Al-Ahly Trípoli. ¿Como preparación?
—Porque el entrenador no dejaba de escribirme e insistirme por Instagram (risas). Al final salió la opción de ir allí y la experiencia fue buena.
—¿Pidió referencias del Breo cuando le llegó su propuesta?
—Principalmente a mi agente, que conoce jugadores que han estado aquí y todos le hablaron maravillas de la ciudad, del club y de la afición. Por ahora estoy muy contento de como están yendo las cosas.
—¿Le ha impresionado algo de su nuevo club?
—Los aficionados. Aunque estamos en pretemporada, en los dos partidos que jugamos en casa había bastante público y nos animó mucho.
—Eso fue solo un pequeño aperitivo. En su máximo esplendor el Pazo impresiona.
—Sí, eso me han dicho. Tengo muchas ganas de vivirlo.
—Se percibe una ilusión desatada entre el breoganismo. ¿También la hay en el vestuario?
—Claro que tenemos ilusión. Vamos a salir en cada partido al máximo, a dar el 110 por cien. Eso es lo que espero, así que, dada la plantilla que hay, se puede soñar con este Breo.
—¿Qué impresión le causó el cuerpo técnico?
—Todos hacen muy bien su trabajo. Insisten mucho en lo que debes hacer y mejorar y eso es bueno porque te ayuda a crecer como jugador.
—¿Con qué compañero siente más química en la cancha?
—Con prácticamente todos, si bien es cierto que todavía tenemos que conocernos más. Aún estamos a mitad de camino.
«Mi padre era entrenador de baloncesto y mis hermanos jugaban, ellos me inspiraron»
A Moore le pirran los tacos mexicanos y se declara admirador de Kevint Durant.
—¿Por qué ha elegido el 2 como dorsal?
—Por ninguna razón en concreto. Quería el 8, pero ya estaba cogido —lo luce Apic, que se comprometió antes con el club—.
—¿Cuándo y por qué comenzó a jugar al baloncesto?
—Juego desde muy niño, desde que tengo recuerdos. Mi padre era entrenador de baloncesto y mis hermanos mayores jugaban, ellos me inspiraron.
—¿Quién era su ídolo?
—Mi jugador favorito ha sido siempre Kevint Durant, aunque me fijo en todos, incluso en aquellos que no tienen tanto nombre y pasan más desapercibidos.
—¿Tiene algún sueño por cumplir?
—Ganar, ganar siempre en el nivel en que esté. Ese es mi sueño.
—¿Bebe alcohol?
—No.
—¿Con qué plato se le puede seducir?
—Con unos tacos mexicanos.
—¿Qué otro deporte le atrae?
—El fútbol americano. Me gusta verlo y lo disfruto. De niño jugué de quarterback.
—¿Tiene alguna manía o superstición?
—Supongo que sí. Hago siempre lo mismo antes de cada partido.
—¿Cuál es esa rutina?
—Nada raro. Me ducho siempre antes de jugar y la forma de hacer los tiros es la misma.
—¿Qué música escucha?
—Me gustan muchos estilos. Escucho desde hip hop hasta música de los 90, cosas muy diferentes.
—¿Y en la tele que le gusta ver?
—Series y películas.
—Un equipo de la ACB que no sea el Breo.
—Ninguno. El Breogán.
—Uno de la NBA.
—En el que juegue Durant.