80-70 | Negado en los triples y muy errático en la toma de decisiones, el equipo lucense solo fue mejor que el rival en el tercer cuarto
26 nov 2022 . Actualizado a las 22:15 h.El Río Breogán volvía a visitar Granada, tierra de grandes recuerdos para el breoganismo, pero en esta ocasión el regreso a casa fue muy amargo. Su pobre acierto en los triples (8/24) y el exagerado número de pérdidas de balón (18) lo condenaron en un partido en el que solo dio muestras de autoridad en el tercer cuarto. El resto del duelo fue siempre a remolque de un rival que llegó a vencer por 17 puntos.
Una antideportiva de Sergi García, que se precipitó en el triple y recibió el tapón de Niang, fue el preludio de la primera gran crisis del Río Breogán en el partido. Se jugaba el tramo final de la primera manga y los celestes estaban siendo capaces de mantener el ritmo anotador de un Granada con Renfroe y Felicio como principales bazas, pero el apagón le costó al Breo un parcial de 7-0 y permitió a los nazaríes cerrar al cuarto con una renta de siete tantos (26-19).
Los porcentajes de acierto en el tiro de los visitantes, muy discretos, se desplomaron en la reanudación del partido. Lejos de reaccionar, la imagen del Breogán se deterioraba cada vez más. Las pérdidas de balón eran un serio problema, al igual que los repetidos errores en los lanzamientos a canasta, bien aprovechados por el Granada para poner tierra de por medio y sacar de sus casillas a Veljko Mrsic, que trató de espabilar a los suyos dando la batuta a Erik Quintela y rotando con frecuencia a sus hombres en el perímetro y en la zona. Pero cada solución caía en saco roto. La primera canasta en juego del Breo en el segundo cuarto llegó después de más de cinco minutos y medio. Al acierto de Bamforth desde media distancia le siguieron los de Sergi Quintela, Nakic y Happ que permitieron a los celestes alcanzar el descanso con pulso, aunque débil: 44-33.
La ansiada reacción breoganista llegaría tras el reposo. Los triples seguían sin entrar, pero la mayor intensidad defensiva y, sobre todo, la considerable mejoría a la hora de compartir el balón lo pusieron en disposición de ganar el partido. Un parcial de 0-10 con claro protagonismo para Bamforth, Arteaga y Sergi Garcia estrechaba el marcador hasta el 58-54 cuando solo restaban dos minutos para la conclusión del cuarto.
En la grada costaba creer que el partido continuara abierto a esas alturas después de tanto tiempo de letargo del conjunto lucense y se buscaban explicaciones a la pérdida de protagonismo de Renfroe, que solo pudo anotar dos puntos en el tercer período. Con su líder apagado, los granadinos se agarraron a la inspiración de Niang y Bropleh para penalizar a un Breo que seguía negado en los lanzamientos desde más allá de los 6,75 y que volvió a caer en errores que parecían olvidados. Del 64-58 se pasó al 78-63 y el encuentro quedó visto para sentencia. El Granada sigue soñado y el Breogán empieza a mirar por el retrovisor a los equipos que vienen por detrás. El líder Lenovo Tenerife será el siguiente obstáculo de la escuadra lucense.
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