Tras una atípica pretemporada, con el equipo sin completar y con problemas físicos desde el inicio, el Río Breogán se presentaba en Murcia con muchas incógnitas. El último partido disputado, en la fase de clasificación para la BCL, dejaba demasiadas dudas entre los aficionados lucenses. Pienso, sinceramente, que se pudo competir mejor en ese partido pero que el club debe buscar primero solidez en el proyecto para aspirar a jugar con solvencia la citada competición.
Y de repente, una extraordinaria victoria para comenzar que nos hace olvidar el partido de Belgrado y nos sube de nuevo a la nave de la ilusión breoganista. No es nada fácil anular el arsenal ofensivo del Murcia con Davis, Trice (que viene de hacer grandes números en Eurocup) o todo un campeón de la Euroliga como James Anderson.
Partido a pocos puntos, bueno para el Breo. Creo recordar que el resultado en el minuto 25 era 23-25 y ese escenario seguramente es el que buscaba el cuadro técnico lucense. Defensa sólida, concediendo pocas canastas fáciles cercanas al aro. Rebote, dominando claramente al equipo local. Para anotar, Murcia se tenía que basar en el talento de Davis y Trice con tiros de media y larga distancias. Es la clave. En ataque el Breo focalizaba su juego en los 2x2 entre Hollatz o Bamforth con Ethan Happ.
Estuvo soberbio el pívot de Illinois, llamado a ser nuestro referente interior. Bamforth no sólo anotó para mantener al Breo con ventajas en el partido si no que demostró su veteranía liderando al equipo en momentos complicados. Pero la guinda la puso Sergi García. Que manera de anotar con el partido caliente. Otro qu, puede ser muy importante esta temporada. Calidad le sobra.
No hay tiempo para celebrar. El domingo llega Fuenlabrada al Pazo, rival a priori directo en la lucha por nuestro objetivo. Ganar sería darle valor doble a lo conseguido en Murcia, y ojalá sea con uno de nuestros capitanes en la pista, Erik Quintela.