Sergi Quintela: «Ofrecerme solo un pastizal no sería suficiente para sacarme del Breo»

FORZA BREO

ALBERTO LÓPEZ

El escolta y capitán del Río Breogán confiesa que recibió propuestas para salir del club

12 jul 2022 . Actualizado a las 13:04 h.

Martes 5 de julio. Pasan algunos minutos de las nueve de la mañana y Sergi Quintela (Lugo, 1996) ya está preparado para meterse en faena en otra jornada del campus que promueve junto a su hermano, Erik, en la pequeña parroquia de Mosteiro, en el municipio lucense de Pol. Al capitán del Río Breogán se le nota feliz rodeado de niños deseosos de seguir sus pasos, a los que brinda cariño, atención y normas de conducta para crecer sobre la cancha y encontrar el camino hasta una Liga ACB donde su nombre es cada vez más popular. «Esta nueva experiencia está siendo increíble. Tenemos 40 niños más que el año pasado y superamos los 100, así que te puedes imaginar... Llevamos solo unos días y ya empieza a aparecer el cansancio, ja, ja, ja», cuenta.

—¿Cómo es una jornada en el Campus Kingtela?

—Nos levantamos sobre las 8.30, ya despertamos a los niños con música, y después del desayuno, a eso de las 9.30, ya estamos casi preparados para empezar. Hacemos la recepción a los alumnos externos y comenzamos con una rutina de bote. Después nos separamos por grupos y durante todo el día combinamos los entrenos con la diversión en la piscina y las competiciones. Al final de la jornada, cuando se marchan los externos, comienza lo más divertido, que son las veladas.

—¿Los Quintela pasan ahí las 24 horas?

—Sí, sí. Dormimos aquí y vamos cambiando de grupo para estar al lado de todos los niños.

—Muchos de esos alumnos sueñan con jugar algún día en el Breogán. ¿Cuál es el mejor consejo que pueden recibir?

—Que no dejen de divertirse. Si nosotros llegamos al primer equipo del Breo es porque ante todo disfrutábamos y nos los pásamos muy, muy bien jugando al baloncesto, que es lo que están haciendo ellos en estos momentos.

—Visto así parece fácil.

—A ver... Disfrutar es imprescindible, aunque luego son necesarias muchas más cosas: trabajo, compromiso, sacrificio, suerte... El camino no es fácil.

—Se aproxima otra campaña de máxima exigencia para el Breogán, más si cabe que la anterior. ¿Preparado?

—Preparadísimo y con muchas ganas de empezar. Tenemos por delante retos súper ilusionantes que requieren de mucho esfuerzo y trabajo, y más para un equipo tan limitado de recursos como el nuestro. No vamos a tener una plantilla con 15 jugadores, como tendrán otros, pero estoy seguro de que la ilusión y las ganas que tenemos suplirán esas carencias.

—Jugar la Basketball Champions Legue implicará un esfuerzo extra que les podría pasar factura en la Liga Endesa.

—No necesariamente. Enfocando bien la preparación física no debería ser un problema serio, y en el equipo tenemos grandes profesionales en la materia para conseguirlo.

—Sospecho que le hace una ilusión enorme defender el escudo breoganista en Europa.

—Buf... Muchísima. Cuando había el debate de si Europa sí o Europa no, yo lo tenía muy claro. Europa sí, siempre. No vamos a tener muchas más oportunidades de hacerlo.

—Su renovación fue la primera, junto a la de su hermano. Cuando hay interés por las dos partes todo es más fácil, ¿no?

—En la negociación hubo algún choque de intereses, lo normal, pero, como bien dices, las dos partes teníamos intención de seguir juntos y todo fue bastante rápido. En un par de semanas estaba todo cerrado.

—¿Tenía propuestas de otros equipos?

—Alguna había, pero nada lo suficientemente convincente para sacarme de aquí.

—Eso solo lo conseguiría alguno de los grandes y quizás un club modesto con un pastizal, ¿no?

—Ofrecerme solo un pastizal tampoco me sacaría de aquí, no sería suficiente. Estoy en mi casa y puedo jugar al máximo nivel, que es lo que quiero, aunque, lógicamente, estoy abierto a otras oportunidades deportivas mejores. A día de hoy creo que estoy en el mejor sitio y rodeado de la mejor gente.

«Este año echaré mucho de menos a Jordan Sakho»

Justus Hollatz, Sergi García, Nemanja Nenadic y Stefan Momirov son los fichajes ya anunciados por el conjunto breoganista.

—¿Qué le parecen las nuevas incorporaciones?

—La verdad es que a alguno no lo conocía. Ahora que los he visto, creo que vamos a tener una plantilla muy versátil, con bastantes jugadores que pueden actuar sin problemas en varias posiciones y eso será importante, jugará mucho a nuestro favor, si finalmente nos clasificamos para la fase de grupos de la Basketball Champions League.

—Con tantos nuevos en el vestuario volverán a tener mucho trabajo usted y su hermano en su papel de anfitriones.

—Sí, sí, ja, ja, ja... Ese papel lo traemos de serie. Esta vez nos ayudará el hecho de que Musa haya conseguido lo que consiguió en Lugo. Eso va a marcar un poco el camino de los nuevos, ya no solo por lo bien que jugó y porque fuera MVP, que es lo de menos, sino por su compromiso y cómo se identificó con Lugo, con su gente, con sus costumbres y con su gastronomía desde el primer momento. Musa nos seguirá ayudando aunque ya no esté aquí.

—¿A qué jugador de la pasada temporada echará más de menos fuera de la cancha?

—Con todos tenía una sintonía increíble, había muy buen rollo en el vestuario. A Iván Cruz ya lo conocía desde hacía tiempo y teníamos una buena amistad, pero con el que más tiempo pasaba era con Jordan [Sakho]. Fue mi compañero de habitación en los viajes, íbamos a cenar o a comer al centro muchas veces... Prácticamente cada día hacíamos algo juntos. Lo voy a echar mucho de menos.

—Jugará en el UCAM Murcia. ¿Le había adelantado algo?

—Algo ya me había dicho un par de meses antes. Le costó mucho dejar el Breogán porque en Lugo era muy feliz, siempre se había sentido querido y por el ambiente que se respiraba en el Pazo. Decía que en Manresa era muy parecido, pero que no había podido disfrutarlo como quisiera porque no jugaba tanto.