El entrenador catalán asiste en Lugo, junto a Ponsarnau y Cuspinera, a la apertura del curso para técnicos
10 jun 2022 . Actualizado a las 19:09 h.Joan Plaza (Barcelona, 1963) está en Lugo. El exentrenador del Real Madrid, Zalgiris, Zenit y Unicaja, entre otros, llegó junto a Jaume Ponsarnau y Jota Cuspinera, otros dos técnicos de la ACB, para impartir el clínic que abre este sábado en el Seminario el curso de formación de técnicos que se celebrará durante las próximas semanas, organizado por la APSXS Sagrado Corazón. El estratega catalán, muy implicado en su función de docente, confiesa que estuvo cerca de fichar por el Río Breogán poco antes de que el Real Madrid le abriera sus puertas.
—Aunque es un clásico en este tipo de actos, siempre es motivo de orgullo que se acuerden de uno, ¿o no?
—Por supuesto. Es un halago que se acuerden de ti. Francamente, por el tema económico no compensa para nada. Si vengo a Lugo es por la satisfacción que produce encontrar al otro lado del teléfono a gente con tanta pasión por el baloncesto y por las referencias que tengo de entrenadores que han venido otros años. Además, viniendo tú de donde vienes (yo también he empezado desde muy abajo), siempre es un placer seguir transmitiendo valores y conocimientos.
—Su ponencia lleva por título «cambios automáticos defensivos... y otras modas». ¿En qué consistirá?
—En hacer ver a las personas que vengan mañana [por hoy], o que lo vayan a ver on line dentro de un tiempo, que es muy importante no plantear nuestra estrategia ofensiva o defensiva en base a las modas. Hay entrenadores, y también pasa en la élite, que se emborrachan de un estilo determinado de un equipo que viene de ganar una Euroliga,, un Eurobasket, un Mundial o unas Olimpiadas. Los cambios automáticos en defensa están bien, pero los puedes hacer si tienes un perfil de equipo muy determinado, no porque los haya hecho Pablo Laso, Jasikevicius o Ettore Messina o lo hayas visto en un partido de la NBA.
—¿Qué es lo más difícil de inculcar a los principiantes?
—Una de las cosas más importantes y en la que yo insisto mucho es que te vean como un ejemplo, que vienes de donde están ellos. Yo siempre explico que vengo de la mierda. He tenido que pintar campos, llevar jugadores, hinchar balones, he estado sin cobrar muchos años... Que ellos vean que el recorrido de quien les habla no ha sido gratuito y puede ser el suyo. Tenemos que darles ejemplo de perseverancia y seriedad, y no de inmediatez. La sensación que tenemos es que las nuevas generaciones todo lo quieren algo más rápido. La perseverancia, la seriedad y la responsabilidad es capital para tener alguna posibilidad para vivir de esto
—Presentó su dimisión como entrenador del Betis a finales de noviembre y no ha vuelto a entrenar. ¿Cómo lo lleva?
—Con dignidad. Fue la primera vez en mi vida que renuncié a seguir en un proyecto y hoy volvería a hacer lo mismo. Cuando no estás totalmente integrado lo mejor es dar un paso al lado, renunciar incluso a tu sueldo, como he hecho yo, y prepararte para la siguiente embestida. Hay mucha gente que es capaz de esperar en el sofá a que le llegue la siguiente oferta, pero yo no soy capaz. En estos meses he invertido dinero en ir a ver a otros entrenadores, como Scariolo, Vidorreta o Pedro Martínez, he hecho cursos de psicología deportiva... Lo de ser entrenador te obliga a estar formándote constantemente.
—¿Cuenta con volver a los banquillos en la nueva temporada?
—Estoy preparado. Esperemos que dentro de unos meses pueda hablar en los mismos términos contigo, pero desde un banquillo.
—Su nombre aparecía entre los candidatos para relevar a Olmos al frente del Breogán. ¿Le llegó alguna propuesta?
—Hubo una llamada de mi agente para decírmelo y preguntarme si lo contemplaría. Nada más. Tengo mucho respeto por el baloncesto gallego. Antes de fichar por el Zenit de San Petersburgo venía de ver la manera de trabajar de Moncho Fernández, he tenido muchos jugadores que han pasado aquí... Incluso estuve a punto de venir a Lugo. Días antes de ir al Real Madrid estuve a punto de fichar por el Breogán. Me ha quedado muy buena relación con el que entonces era presidente, pero no se ha vuelto a dar la oportunidad.
«La afición del Pazo volvió a demostrar que es de ACB»
—¿Cómo definiría la temporada del Río Breogán?
—Fantástica. Nadie contaba con esos resultados, y ya no solo entre sus aficionados sino también entre los propios directivos. Ha sido la revelación por méritos propios. Estuvo en todas las batallas: Copa del Rey, play-off... Y en unas circunstancias nada favorables, con el cambio de entrenador, las bajas al final..., pero empujado por una afición que una vez más ha vuelto a demostrar que es de ACB. Cuando entras en el Pazo y ves esa manera del público de acoger a su equipo, a los que amamos el baloncesto nos llena el corazón.
—La marcha de Olmos fue muy polémica. ¿Qué opinión tiene de la decisión de su colega?
—No puedo opinar porque desconozco los intríngulis. No sé los pactos previos, los posteriores, los sueldos... Hay una serie de condicionantes que a mí se me escapan y, por lo tanto, no entraré a juzgarlo. Desde fuera parece una maniobra extraña, pero habría que estar en esa mesa de negociaciones para opinar.
—El primer fichaje del Breo para la nueva campaña fue el Hollatz. ¿Lo conoce o tiene referencias?
—Llevo unos 10 o 12 días centrado en asuntos de conferencias y no tengo demasiada información sobre Hollatz. Lo que te puedo decir es que me parece muy acertada la renovación de Lukovic.
—Los hermanos Quintela, Erik y Sergi, también prolongaron sus contratos.
—Sí, sí, lo sé y me parece fantástico. Todo lo que sea contar con personas arraigadas en un proyecto, en un club y en una ciudad, chapeau. Lo veo muy acertado porque la personalidad y el compromiso que han demostrado los hacen merecedores de seguir no solo la próxima temporada, sino muchos años más.
—Una última. ¿Sabe o tiene algún presentimiento de dónde jugará Dzanan Musa?
—No. A todos nosotros nos gustaría que siguiera en la ACB, fuera en el Real Madrid o en el Valencia, que son los clubes que han salido en los medios. Pero teniendo el agente que tiene, no me extrañaría que se fuera a un ambicioso proyecto extranjero o incluso explorar las vías de volver a la NBA. El Breogán acertó con su fichaje y él acertó viniendo a Lugo. Ha exhibido talento y un enorme compromiso durante toda la temporada.