—Deberían ser Hobbs, Robertson y Ellenson o Birutis. Y tampoco conviene olvidar a los jugadores pegamento que antes mencionaba. Ahora mismo veo más hambre en los jugadores del Breogán que en los del Obra, creo que está un punto por encima en el nivel competitivo. Veo a Musa con ese hambre de querer meter al equipo en la Copa, de querer ganar. Lo mismo que a Bell Haynes, y a Mahalbasic. Son piezas clave que están en esa línea que marcan los hermanos Quintela. Ese ADN seguro que lo tiene Álvaro Muñoz, aunque no está en su mejor momento. U Oliver, a quien no se le puede pedir mucho más. Pero no es tan acusado en jugadores que deben ser importantes en el Obra.
—¿En qué incidiría si fuese entrenador del Obradoiro?
—En ganar la batalla del uno contra uno, en intentar que el rival no pueda realizar el rol defensa-ataque con la facilidad y velocidad con que lo está haciendo y, sobre todo, dominar el rebote defensivo. Trataría de sacar al Breo de su ritmo, obligándolo a alargar las posesiones. Y pondría mucha atención en el aspecto mental. En Lugo solo han ganado el Real Madrid y el Joventut porque tuvieron paciencia y supieron aprovechar el momento de partido.
—¿Y si fuese entrenador del Breogán?
—Me centraría más en lo que tiene que hacer el Breogán, en llevar el partido a un ritmo elevado, en seguir con la presión ofensiva, en generar ventajas en el uno contra uno y, sobre todo, en atacar las debilidades del Obra porque a nivel anímico la situación de un equipo y otro es ahora distinta.
—¿El titular?
—Eso queda para usted.