Javi Muñoz: «Soy un soldado breoganista preparado para lo que venga»

Ignacio Meitín Buján
I. MEITÍN BUJÁN LUGO / LA VOZ

FORZA BREO

ALBERTO LÓPEZ

El entrenador provisional del Río Breogán aceptaría «sin problemas» volver al rol de ayudante si llega un sustituto para Paco Olmos

11 ene 2022 . Actualizado a las 18:02 h.

Aunque en la cúpula del club no se descarta que siga como entrenador principal hasta final de temporada, Javier Muñoz (Lugo, 1974) no se crea falsas esperanzas. Tiene asumido que el liderazgo que ahora ejerce en el cuadro técnico por la abrupta salida de Paco Olmos puede ser efímero. «Soy un soldado breoganista preparado para lo que venga, y si dentro de unos días tengo que dar un paso atrás y regresar a mi anterior función, lo haré sin problemas», sentencia el estratega lucense. Arrojo y conocimientos tiene, y apoyo de la afición y los jugadores le sobra para cumplir cualquier misión.

—¿Cómo acogieron los jugadores y el resto del cuerpo técnico la marcha de Paco Olmos?

—Con sorpresa, como toda la gente del club y los aficionados. Nos trastocó un poco a todos porque no lo esperábamos, y mucho menos cuando hace unos meses ya se había producido un acercamiento o algo parecido y dijo que no se movía de Lugo.

—Usted ya había sido su ayudante en el Calpe, en el Melilla y en el Fuerza Regia de Monterrey. ¿No le adelantó que podía dejar el equipo?

—No, no. Yo me enteré cuando trascendió todo.

—Me sorprende.

—No sé si le comentó algo a algún compañero del staff, a mí no, sinceramente. Es una encrucijada personal y profesional bastante difícil, por eso a lo mejor no dijo nada.

—Un plantón en toda regla. ¿Entiende su decisión?

—No me gusta hacer valoraciones del comportamiento o las decisiones de otros compañeros. Tendría sus razones para hacer lo que hizo.

—¿Se despidió de la plantilla en privado?

—Sí, sí.

—¿Y qué les dijo?

—Que era una decisión difícil, que la había tenido que pensar mucho y que había estado muy a gusto con nosotros estos meses. También nos deseó la mejor de las suertes y poco más.

—Lleva ya dos entrenamientos. ¿Ve a los jugadores con la misma actitud de siempre?

—Aunque todo esto los cogió por sorpresa, los veo bien, con las ganas habituales y, sobre todo, muy mentalizados para que no afecte al rendimiento.

—El club no tiene prisa por encontrar un sustituto y asegura que el equipo sigue en buenas manos. ¿Tiene esperanzas de seguir hasta final de liga?

—No me planteo nada. Mi única preocupación es hacer bien mi trabajo y, junto a Oriol (Comas), Quique (Fraga), Rubén (Portes) y el resto del staff, dar continuidad a la línea que estábamos siguiendo y a la energía que estábamos mostrando. Soy un soldado breoganista preparado para lo que venga, y si dentro de unos días tengo que dar un paso atrás y regresar a mi anterior función, lo haré sin problemas.

—¿Qué mensaje ha recibido de la directiva?

—El club me ha transmitido, sobre todo, mucha tranquilidad. Sé que tengo todo el apoyo de toda la directiva. Me pidieron que trabajara de la misma manera que hasta ahora y en ello estamos.

—Estando el equipo tan arriba, ¿este paso al frente lo ve como una buena oportunidad o como un compromiso?

—Entrenar al equipo de tu ciudad en la ACB nunca puede ser un compromiso, sino todo lo contrario. Podríamos definirlo como una situación incómoda porque esto ocurre cuando las cosas van de maravilla y estamos a punto de conseguir algo histórico. Y es una situación incómoda no solo para mí, sino para todas las personas que formamos el club. Por eso ahora es el momento de demostrar que todos somos soldados breoganistas y de dar un paso adelante. El Río Breogán es más que un sentimiento, más que un club y más que todo. Si cada uno en su parcela da un paso al frente las cosas seguirán igual de bien y quién sabe si incluso mejor.

«Debutar como técnico principal en la ACB sería alcanzar la cúspide de la pirámide»

—Después de una larga carrera en los banquillos, ante el Joventut podría hacer su debut como entrenador principal en la ACB. ¿Ilusionado? ¿Nervioso?

—Mi carrera como primer entrenador no es muy extensa, pero creo que he hecho un camino largo en los banquillos, he pasado por prácticamente todas las categorías del baloncesto español y debutar como técnico principal en la ACB supondría alcanzar la cúspide de la pirámide. Me haría muchísima muy ilusión.

—Un rival muy duro.

—Muy, muy duro. Pero el baloncesto hay que jugarlo en la pista, hay que jugarlo en el Pazo... Estoy tranquilo porque veo que el equipo sigue igual de enchufado y no me cabe la menor duda de que harán todo lo posible para hacer historia. Si los jugadores quieren y responden, ganaremos muchos partidos porque, en definitiva, son ellos los que meten las canastas.

—Ganando al Joventut, el pase a la Copa del Rey estaría prácticamente hecho.

—No he hecho el cálculo, de verdad. Mira, como buen soldado breoganista me voy a olvidar de eso del partido a partido, que está muy manido, para apostar por otra expresión: pedra a pedra, como se construyó la muralla de Lugo.

—Si finalmente se contrata un nuevo técnico, ¿de qué perfil le convendría al Breo?

—Como bien dijo nuestro director general, solo se cambia una pieza del engranaje y el resto funcionan bien. Lo que necesita este equipo es tranquilidad y continuidad en el trabajo.