Un Breogán con dos caras roza la remontada y cae en el cara o cruz con el Zaragoza

FORZA BREO

DANIEL MARZO

Los celestes, muy erráticos hasta el descanso, neutralizaron una desventaja de 13 puntos en el último cuarto y acabaron perdiendo por 79-75

29 oct 2021 . Actualizado a las 20:03 h.

El Río Breogán estuvo a punto de consumar una heroica remontada y llevarse un partido en el que solo compitió durante 20 minutos. Hasta el descanso, su presencia en el Pabellón Príncipe Felipe de Zaragoza fue testimonial. Pobres porcentajes, demasiadas prisas, mala circulación... Consiguió llegar con pulso —aunque débil— al ecuador del choque por su empeño en la defensa y porque el Casademont tampoco estaba teniendo su mejor día. El verdadero Breo, el que deleitó en el arranque liguero y puso en aprietos al Madrid, emergió tras el descanso. Con Musa relegado al banquillo por su escasa aportación, fue Bell-Haynes quien impulsó la rebelión y espabiló a su equipo. Los triples comenzaron a entrar y ahí encontraron los celestes el camino hacia la remontada. Del 59-46 con el que terminó el tercer cuarto se pasó al 66-68 en poco más de cinco minutos. Los pupilos de Paco Olmos habían conseguido lo que parecía imposible, pero en el cara o cruz final volvieron los fallos. Con solo 8 segundos por jugarse y un 77-75 en el electrónico, Musa se precipitó en su penetración y cavó la tumba de su equipo. Waczynski acertó en los tiros libres y dictó sentencia.

El partido ya comenzó torcido para el conjunto lucense. Los ataques precipitados, las pérdidas de balón y los lanzamientos fallidos fueron constantes por parte de uno y otro equipo en los 10 primeros minutos, y en el caos se manejaron mejor los hombres de Jaume Ponsarnau. Las canastas de los locales llegaban a cuentagotas y la primera del Breo se hizo esperar casi cuatro minutos. La anotó Bell-Haynes debajo del aro. Superado por los postes contrarios, Mahalbasic se fue al banco y saltó al parqué Jordan Sakho, que aportó consistencia al juego interior en defensa y su equipo subió el nivel. Sin embargo, no lo suficiente para encender las alarmas en el banquillo anfitrión.

Parecía imposible que el juego del Breogán pudiera ir a peor, pero fue lo que ocurrió. Su segundo cuarto fue lamentable. Los triples seguían sin entrar —0 de 10 hasta que Musa anotó el primero— y sus primeros puntos en este período llegaron cuando solo quedaban 3 minutos y 15 segundos para la conclusión. Llevaron la firma de Mahalbasic. Paco Olmos tenía mucho que decir en el reposo.

La frecuencia anotadora de los celestes dio un buen estirón tras la reanudación del partido. También la del Casademont Zaragoza. Okoye, en el bando local, y Bell-Haynes, en el visitante, tiraban del carro de los suyos y convirtieron la tercera manga en una vistosa batalla de canastas que terminó en tablas (25-25). El Breo ya era otro, pero el camino que debía recorrer seguía siendo muy largo. Los 10 últimos minutos arrancaron con una confortable ventaja de 13 tantos para el Casademont Zaragoza, que creció hasta los 16 con un triple en el primer ataque. Y cuando parecía desahuciado, el Breo se desató. r Kalinoski sacó su fusil para secundar a Bell-Haynes en la ofensiva, Kacinas e Iván Cruz también se sumaron a la causa y en poco más de 5 minutos y, después de un parcial de 4-22, el equipo lucense se veía por delante en el electrónico (66-68), lo que no sucedía desde el 7-8 del primer cuarto. El duelo entró entonces en una fase en la que cada error era una desgracia y era necesario hilar muy fino en la selección de los ataques. El Zaragoza estuvo más acertado en ese final cardíaco e impidió que la remontada del Breo fuera completa.

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