El campeón solo fue mejor en el primer cuarto y en el tramo final del partido: 78-69
01 oct 2021 . Actualizado a las 18:35 h.En contra de lo que anunciaban los pronósticos, el Barça tuvo que forzar la máquina para destronar del liderato a un Río Breogán que comparecía en el Palau impulsado por los halagos y sus excepcionales actuaciones en los dos partidos anteriores. Con mucho carácter y un buen baloncesto en bastantes momentos del duelo, el ejército lucense mantuvo a raya al gigante azulgrana hasta los instantes finales. En el último cuarto dispuso de hasta dos ocasiones para coger la delantera en el partido por primera vez, pero le acabaron penalizando los fallos en esa recta final y su complacencia en la primera manga, en la que cedió demasiado terreno.
Desde bien pronto debió remar a contracorriente el Breo. Su defensa en la puesta en escena fue muy tímida, insuficiente para controlar el músculo y el talento de los azulgranas, que compartían el balón hasta encontrar casi siempre una canasta fácil en la pintura o un tiro liberado desde el perímetro. En ataque, los de Paco Olmos sufrían en cada posesión y el acierto en los triples, como en el primer cuarto en Burgos, era muy bajo —1 de 6 en los 10 primeros minutos—. Sergi Quintela y Lukovic eran los más inspirados. Con la defensa del primero y los puntos del segundo, el Río Breogán sobrevivió a un discreto primer cuarto que Paco Olmos trató de encauzar apostando por el músculo de Jordan Sakho y la puntería en el triple de Tyler Kalinoski. Pero siguieron los problemas para contener a un Barça que cerró la manga con Mirotic más inspirado y una buena renta de 8 puntos en el electrónico.
Reacción breoganista
El equipo lucense entendió que no estaba en el buen camino y dio un buen estirón en el segundo período. Un par de canastas de Kacinas y Sakho y un triple de Trae Bell-Haynes apretaron el marcador (29-22) y Jasikevicius paró el partido, si bien su reprimenda no tuvo el efecto deseado. Mahalbasic se hizo fuerte en el poste bajo, Bell-Haynes se iba entonando con el paso del tiempo y el Breo volvió a meterse en el choque con un parcial de 12-3. El Barça ya no engordaba su cuenta anotadora con tanta facilidad, salvo en el caso de Nikola Mirotic, y la pelea por el liderato echaba humo y estaba muy abierta en el intermedio: 42-36.
La casta y el compromiso de los lucenses quedó de manifiesto en el tercer período, cuando se le acumularon los contratiempos y pese a todo le pisó siempre los talones a los locales en el luminoso. Mahalbasic, un incordio para la defensa contraria en el poste bajo, cometió su cuarta falta y se fue al banquillo. Y poco después tomó el mismo camino Jordan Sakho por idéntico motivo. Por si fuera poco, cuando restaban poco menos de cinco minutos y todo estaba por decidir, Marko Lukovic se torció el tobillo y ya no pudo volver al parqué. A sostener al Breo también ayudó Kevin Larsen, sin minutos en Burgos. El pívot danés, uno de los principales artífices del regreso a la ACB, mantuvo el tipo y se reivindicó con un absoluto dominio del rebote ante las torres blaugranas. Dzanan Musa también tuvo mucho que ver en la resistencia. Hasta entonces impreciso y tímido, el alero bosnio descargó toda su ansiedad con un triple y una buena penetración y cuatro puntos consecutivos en el arranque del último período que dieron oportunidad a su equipo de tomar la delantera en el marcador por primera vez (60-59). Restaban 8 minutos y medio para la conclusión del duelo y el campeón de liga era incapaz de someter al debutante. Larsen, sin oposición, falló el lanzamiento para tomar la iniciativa y ahí empezaron a esfumarse las opciones breoganistas.
El Barça siguió bebiendo de los puntos desde el tiro libre y gestionó con buen criterio los minutos decisivos para poner a buen recaudo la victoria y desbancar del liderato a un Río Breogán que salió del Palau con la cabeza bien alta y ya pensando en el compromiso ante el Betis. La afición le espera para ovacionarlo.
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