Una gozada de partido en la situación del Breo

Ricardo Hevia

FORZA BREO

Óscar Cela

25 sep 2021 . Actualizado a las 22:52 h.

Con un fantástico botín se presenta en el Palau el Río Breogán. Dos victorias en dos partidos, pese al catastrofismo que se auguraba cuando se hizo público el calendario. Dos triunfos que producen alegría y calma y que permitirán mirar a la cara sin ninguna preocupación al campeón de Liga y toda su constelación de estrellas. No sé cuántos jugadores del equipo celeste habrán pisado el Palau. Poder hacerlo ya es un premio, y si encima lo haces en la situación de los breoganistas, después de dos victorias conseguidas tras dos soberbios partidos, seguro que es un gozada.

Hay tanto talento, tanto físico y tanto dinero en la plantilla del Barça que no merece la pena perder el tiempo hablando sobre la importancia de rebajar la anotación de Mirotic o la conveniencia de no cederle el tiro a Calathes, que no parece ser su mayor virtud. Creo que el Brei intentará seguir el guion de los dos choques precedentes. Primero, no perder el orden; ahora toca correr, ahora un ataque largo... Igualmente, tratar de repetir el excelente nivel defensivo exhibido. El equipo no tuvo nunca problemas en el rebote defensivo y conseguirlo en este partido, ante tanta fuerza y tantos kilos, no será tarea fácil. Aquí todos los jugadores tendrán que apoyarse. El Barça tiene mucho talento, pero más fuerza física. Si todo va le va bien a los azulgrana puede que se relajen, pero si el Breogán les planta cara aparecerá esa defensa basada en un poderío físico descomunal. No quiero hablar de resultados. Pase lo que pase, lo más importante es no salirse del guion, continuar siendo un equipo ordenado y reconocible. Ese el camino por el que hay que continuar para seguir disfrutando.

Y conviene también recordar que cuando finalice la visita al templo azulgrana habrá que empezar a pensar que una semana más tarde, y al cobijo del Pazo, espera un partido ante el Betis de enorme trascendencia.

El Breogán ya se encuentra inmerso en una dinámica muy poco habitual: tres partidos en una semana; 2 en 48 horas y uno de ellos nada menos que en el Palau. Qué bonita es la ACB.