El equipo es un mar de dudas

Ricardo Hevia

FORZA BREO

ADRIAN BAULDE

16 sep 2021 . Actualizado a las 21:53 h.

Con el inicio de la pretemporada, en Gijón y ante un mermado Bilbao Basket, y la conquista de la Copa Galicia ante el Obradoiro se desató el estado de euforia. A partir de ahí, y con la imagen poco gratificante en el torneo de Vilagarcía, todo cambió.

Hay quien tardó un mes en darse cuenta de algunos problemas. Primero en la confección de la plantilla, a pesar de aquel rimbombante tuit: «Les estamos agradecidos a los jugadores del ascenso, les hemos dado una palabra y este club siempre la cumple». ¿Agradecidos? ¿Por qué? Es todo mucho más simple en el deporte profesional. Yo te pago lo pactado cada mes y tú te dejas la piel que para eso cobras. No hay más. Un club no es Cáritas Diocesanas. ¿No habrá algo oscuro, algún compromiso adquirido que obliga a la continuidad de esos jugadores?

El devenir de la pretemporada ha sembrado dudas, pero nada de lo sucedido últimamente ha sido nuevo, ni en Vigo ni en Vilagarcía. Desde el inicio del partido contra el Bilbao, en Gijón, quedó claro que nos molían a triples liberados. Dos pases invertidos eran suficientes. Mahalbasic es buen jugador porque entiende el juego y además se trata de un magnífico pasador, pero igual que juega bien de cara al aro, cerca de él sufre, tanto en ataque como en defensa. Sakho, que en otros equipos era rotación, aquí parece que tendrá que formar parte del cinco inicial por la sencilla razón de que es el único con físico suficiente para aguantar a tanto monster como circula por la Liga Endesa.

Por aquí estuvo Víctor Arteaga, un perfil exacto para cubrir una carencia. Podría aguantar con Sakho la dureza en defensa y también ser una rotación. Lukovic, ya lo hemos visto, es otro que el 90 % de su eficacia está de cara al aro. Y al resto de posibles interiores —¿Kacinas, Larsen e Iván Cruz—, pegados al aro se los van a comer. Haciendo de cuatro todos tienes problemas de movilidad lateral, pero con estos hay que jugar y me niego a pensar que el bloque del ascenso, con sus limitaciones, no configure una rotación de buen nivel. El quid es encontrar un quinteto que lleve el peso del equipo, algo que de momento no está claro. Habrá que buscar un espacio para explotar lo mejor de Bell-Haynes, que es su rapidez y facilidad para llegar al aro. Parece claro que Kalinoski es el mejor tirador del equipo, pero por sus manos no pasan muchos balones y habrá que aprovechar cómo le van a defender para sacar ventajas. Y, por fin, Musa. Es como un libro abierto. En 40 minutos descubres todo su repertorio. Técnicamente es muy bueno, penetrador maravilloso, excelente pasador..., pero su tiro exterior ofrece dudas y además lo van a moler con marcajes durísimos. Habrá que propiciarle bastante espacio. Con su conocimiento del juego sabrá aprovechar las ventajas que se consigan en el otro lado del campo.

Resumiendo, Bell-Haynes, Kalinoski, Musa, Mahalbasic y, supongo, Sakho forman un quinteto muy razonable y no peor que el de otros. Y quiero creer que el grupo del año pasado, el del ascenso, dará un paso al frente cuando sea requerido.

Y para finalizar, señor director general, eso de los agradecimientos es una milonga en el deporte profesional. ¿No será que los compromisos adquiridos hace un año hipotecaron la confección de la plantilla de este?