El Pazo ruge y el Río Breogán se luce ante el Palma

FORZA BREO

Óscar Cela

El aumento del aforo en el pabellón coincidió con la victoria más clara de un equipo lucense que exhibió fondo de armario y una gran defensa

08 may 2021 . Actualizado a las 18:41 h.

El Pazo volvió a rugir casi como antes de que el covid vaciara los pabellones y el Río Breogán lo agradeció. Sentir el aliento de unos 1.500 espectadores fue el espaldarazo para volver a exhibir su poderío, aquel que en la primera fase le llevó a ganar partidos prácticamente por inercia y le permitió presumir de liderato desde la segunda hasta la última jornada. Su extraordinaria defensa y las excelentes prestaciones de su fondo de armario fueron las bases del triunfo más claro de la temporada. Un triunfo que devuelve a los celestes a la cumbre de la clasificación a falta de solo un par de partidos para que concluya esta segunda fase y comiencen las definitivas eliminatorias por el ascenso a la ACB.

El Breo necesitó todo un cuarto para adaptarse a la nueva normalidad. Se pasó de frenada en las ansías por dar una calurosa bienvenida a su gente y le hicieron falta cuatro minutos para anotar su primera canasta. La suerte para los breoganistas fue que Harrell saltó a la cancha con el rifle encasquillado -falló los tres triples que intentó- y el Palma no pudo conseguir más que un parcial de 0-6 en la pésima puesta en escena de los pupilos de Diego Epifanio, que en un arrebato de rabia y carácter voltearon el marcador con una canasta de Sollazo y un par de triples de Soluade y Larsen, y tomaron ventaja por primera vez. Pese al parcial, los lucenses se mostraban imprecisos y no conseguían seguir el plan pensado para descoser las costuras de un Palma que, con su defensa, casi siempre llevaba al límite los ataques del Breo. Con problemas para meter balones al poste bajo y encontrar tiros liberados en el ataque estático, los celestes se agarraron al contragolpe para no perder demasiado terreno a la espera de recuperar su identidad.

La esperada reacción breoganista llegó en la segunda manga y, curiosamente, con la segunda unidad de pívots como principales artífices. Tras el triple inicial de Salva Arco que ceñía un poco más la diferencia en el marcador (19-20), Iván Cruz y Seydou Aboubacar no solo se repartieron algo más de la mitad de los puntos del equipo en este cuarto, sino que además fueron dos rocas en la pintura en la impenetrable defensa que empezó a exhibir el Breo. Un meteórico parcial de 23-7 otorgó a los de casa una abundante ventaja de 14 puntos que (39-25) que aliviaba el nerviosismo en la grada y en el banquillo, donde Epi aplaudía cada buena acción defensiva de su equipo consciente de la importancia que tiene en el rendimiento colectivo. Al descanso, el camino parecía bien despejado.

El tercer cuarto fue el de la confirmación del buen hacer del Río Breogán, que no bajó ni un ápice su intensidad defensiva y en ataque casi siempre encontraba el camino más corto para engordar su anotación. Salva Arco se bastó para mantener a raya al Palma. A cada intento de los visitantes por reducir la desventaja por debajo de los 10 puntos respondía el capitán breoganista, que anotó 13 puntos en este período y por momentos ensombreció la sobresaliente aportación de Iván Cruz y Aboubacar.

Por fin, varios partidos después, el Río Breogán encaraba el cuarto y último acto con casi todo el trabajo hecho. Los 15 tantos que tenía de ventaja disparaban su margen de error, pero ni así bajó las revoluciones, buscó la paliza y brindó a su hinchada un final de partido que, aunque sea de manera provisional, aleja los nubarrones que habían aparecido en el último trecho de esta segunda fase. En los próximos días todo serán elogios para la escuadra de Diego Epifanio.

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