Un partido que ha cobrado más relevancia de la esperada

Ricardo Hevia

FORZA BREO

Óscar Cela

01 may 2021 . Actualizado a las 18:12 h.

Lo que estas alturas debería ser un partido más, se ha convertido en trascendente. La primera plaza, que parecía en exclusiva para el Breogán por la enorme ventaja con que afrontó esta segunda fase, no está tan segura. No sabremos si corre peligro hasta que se produzcan resultados, pero de momento, lo que sí está claro es que el equipo no ofrece la misma confianza desde hace poco más de un mes, y la prueba está en que todo son especulaciones; que si se pierde, que si el basketaverage... Parece que todos los rivales tienen seguras las victorias menos el Breo, cuando a día de hoy es el único que depende de sí mismo. ¿Hay motivos para la desconfianza? Sin duda, pero también para la esperanza. Los jugadores siguen siendo los mismos. De momento, lo que no es especulación, sino pura realidad, es que se ha malgastado el margen de error. Ya no queda más opción que ganar los tres partidos que restan para no esperar el milagro de que otros nos hagan el trabajo.

Llega el Palma, que junto con el Oviedo, son dos equipos felices. Con el, posiblemente, el presupuesto más bajo de la LEB, ya ha cubierto su objetivo. ¿Vendrá de excursión? Que nadie lo sueñe. Ahora van para nota. De momento están en puestos de play-off, aunque con el Valladolid a un paso, y posiblemente esta mañana se jueguen esa séptima plaza de la que disfrutan. Lo harán sin nervios ni exigencias, todo lo contrario que el Breo. Vienen a por todas. La columna del equipo, para lo bueno y lo malo, la configuran Pol Figueras, Ronnie Harrell y Kullamae. Sobrepasan los 30 minutos en cancha y realizan un incontable número de tiros. De su porcentaje de acierto depende muchas veces el resultado. En el partido frente al Leyma, Harrell realizó 20 lanzamientos y metió tres, y Kullamae no le fue a la zaga: 6 de 17 tiros. Este domingo todo será igual, volverán a tirar lo que crean oportuno y habrá que aplicarles una férrea defensa porque esperar otro partido tan nefasto sería un suicidio. Pero no están solos. Jacobo Díaz es un ala-pívot trabajador, buen defensor y excelente reboteador. Y tienen dos pívots rocosos: Jawara y Raffington. No tienen muchos puntos en las manos, pero sí se fajan atrás y en su trabajo sobre Larsen estará una de las claves del partido. El Breo lo tiene claro. Ganar, recuperar la senda del buen juego y dejar para otros el trabajo de especular.