El análisis del expreparador breoganista
02 nov 2019 . Actualizado a las 20:05 h.Empezamos en Palencia hablando de dificultades, continuamos con Valladolid y ahora nos toca Granada, que no parece el mejor balneario para este Breogán achacoso. No es una salida fácil, aunque ahora mismo ninguna nos parece quizás porque la euforia inicial, enfríada a base de malos resultados y peores sensaciones, nos hace verlo todo negro. Y hasta se nos escapó la objetividad. Este equipo, con evidentes limitaciones, a la séptima jornada ya empieza a sentir el agobio de ganar con imperiosa necesitad para continuar viendo la primera plaza como un objetivo razonable. Tiene que subir ya el primer escalón, convertirse en creíble. Una vez convencidos los que creían que esto iba a ser un paseo, y en cambio va ser muy largo y duro, toca empezar a ganar donde hay que hacerlo y competir sin descanso en las canchas duras. Y Granada lo es, porque estamos hablando de un equipo muy físico y rocoso. Diego Kapelan es el típico jugador talentoso y virguero de la LEB Oro, posiblemente el jugador de más calidad de este equipo y el único capaz de saltarse algunas veces el guion. Van siempre a piñón fijo y cuando encuentran un ritmo fuerte son muy difíciles de parar. Tienen tres bases y emplean a los tres: El hispano-brasileño Carlos Cobos, Carlos Corts y Pérez Tomás; su objetivo es siempre defender duro y mantener un ritmo muy alto. El bosnio Kapelan, con su 1,98, es, ya lo hemos dicho, el jugador con más talento y en cuyas manos están los balones más importantes. Pardina está haciendo una campaña excelente; es un 2 y medio de casi dos metros que tira de tres, defiende y es muy sólido. Barrientos, con su 1,90, es también un magnífico tirador y muy luchador. Por dentro juegan con cinco pívots: el ex de Ourense Watson es muy importante, excelente reboteador que hasta hoy lleva cinco rebotes ofensivos de media; Guillen Rubio, viejo conocido, ha perdido algún minuto con tanto interior en la plantilla pero se sigue abriendo para su tirito y peleando fuerte en el rebote, sobre todo ofensivo. Y Sergio Olmos, quizás el mejor o uno de los mejores pívots de la LEB Oro jugando de espaldas al aro con sus 2,13 y su medio gancho. Si continúan de baja Pardina y Olmos, el partido será distinto. Pablo Pin, entrenador de Granada, nos dejó una pista ayer. «Quien no se aproveche ahora puede quedarse ahora de la rotación», dijo. ¿Da por seguras las bajas? Pero bueno, la verdad es que, por encima de ausencias o presencias, el Breo tiene que tener opciones ante cualquier rival y tiene obligación de hacerse respetar. Y además tiene que tener muy claro que otra derrota revolvería mucho más el ambiente y obligaría a un sobreesfuerzo para lograr el objetivo de esta temporada.