Un Real Madrid eufórico tras un triunfo aplastante en Euroliga contra el Barça testará mañana en Lugo a un Breogán en horas bajas
15 dic 2018 . Actualizado a las 05:00 h.Las cosas marchan bien para el equipo de Pablo Laso. Si hace un par de semanas una derrota en el Palau (86-69) les costaba el liderato de la Liga Endesa, su revancha contra el Barcelona en Euroliga (92-65) este jueves ha girado las tornas en el banco de sensaciones del Real Madrid. «Hemos hecho un trabajo muy sólido durante cuarenta minutos. Defensivamente hemos estado siempre en las posiciones correctas, contestando la mayoría de sus tiros y hemos conseguido una ventaja amplia», decía el técnico blanco tras la victoria contra los catalanes.
El Breogán les recibe herido, tras encadenar cinco derrotas en el último mes y medio, deprimido en las últimas posiciones de la tabla. Natxo Lezkano ha sido incapaz de hacer reaccionar a los suyos, que ganaron su último partido contra el Obradoiro a finales de octubre. La crisis de resultados ha llegado a Lugo aderezada con la marcha del escolta norteamericano Tarence Kinsey, la falta de presupuesto y la consiguiente dificultad de los celestes para apuntalar su grupo con un nuevo fichaje. Las lesiones tampoco han ayudado, casi cada semana hay problemas de efectivos entre los de Cafés Candelas, impidiéndoles trabajar con normalidad. Estos días la bonoloto de las molestias le ha tocado a Gerun, con problemas de espalda desde Vitoria, y a Sulejmanovic, que sigue con dolor. Quizás por todo ello Lezkano decía esta misma semana que hay que mirar este partido «como una oportunidad», porque nadie les da por favoritos.
Consciente de que no deben dejarse llevar por el eufórico triunfo, Sergio Llul hablaba tras el partido contra el Barça con la mente ya disparada en Lugo. «Estamos contentos. Hemos hecho un partido bastante completo, sin ser nuestro mejor encuentro. En el segundo cuarto hemos controlado bien el rebote, hemos defendido duro y Carroll y Thompkins han salido y las han metido de todos los colores. Cuando entra el balón siempre es más fácil, pero es una victoria más y toca descansar y pensar en el encuentro de Lugo», resolvía el capitán de los madrileños.
Fue la actitud lo que activó a los madrileños en el Palau. Lo reconocía Jaycee Carroll, que valoraba en la victoria su «atención a los detalles». «En ataque hemos compartido balón como un equipo. Siempre intentamos salir y jugar lo mejor posible. Todos los partidos en Euroliga valen mucho», admitía el escolta. Evidentemente la motivación de los madrileños se dispara con la competición Europea y contra el Barcelona, porque en palabras de Tavares «una victoria contra el Barça se saborea mejor porque es uno de los rivales de siempre». También Thompkins destacaba la concentración como un factor determinante en la victoria de esta semana, «siempre que jugamos contra el Barcelona es una guerra y lo sabemos, así que estábamos preparados mentalmente, y en este partido hemos hecho un gran trabajo. Habíamos hecho buenos encuentros hasta el momento, pero no estábamos satisfechos. Sabíamos que podíamos hacerlo mejor. Siempre hay espacio para mejorar, pero estamos muy orgullosos de este triunfo». La actitud podría ser lo que desactive a los blancos en el Pazo. El Baskonia de Perasovic tuvo momentos de apagón en Vitoria tras su pulso contra el CSKA de Moscú, aunque el Breogán no fue quien de sacarlos de punto.
Comida de Navidad
Los madrileños tuvieron ayer una jornada de descanso en Madrid. El club aprovechó para organizar la comida de Navidad en la que se reunieron las primeras plantillas de fútbol y baloncesto. El palco de honor del estadio Santiago Bernabéu acogió el acto en el año en el que el Real Madrid se convirtió en el primer club que logra la Copa de Europa de fútbol y baloncesto en la misma temporada. Entre los trofeos: el Mundial de Clubes, la Liga ACB y la Supercopa de básquet.