Quien me iba a decir a mí que estaría escribiendo estas líneas después de 12 años y desde San Luis de Potosí, en México, para hablar del retorno de nuestro querido Breogán a la élite del baloncesto nacional. La ACB aguarda para todos: el club, el equipo, la ciudad y por supuesto para la afición… Todos con ganas de que todos los sentimientos que engloban la palabra Breogán vuelvan a empapar (si alguna vez no lo hicieron) cada rincón de la Praza Maior, cada tertulia, cada domingo de tapeo por el centro, la Milagrosa o Aceña de Olga, las largas caminatas por encima de nuestra amada Muralla, por el Paseo de Rato... Llamar a ese familiar: «Has visto lo que hizo…» Piel de gallina. Muchos años y muchas temporadas (quizá demasiadas), allá quedan. Ya no vale porque aquello o lo otro ya no vale nada. El Breo debe venir para quedarse de nuevo, para seguir dónde se ganó su lugar por historia, por prestigio, por el hacer de mucha gente y por el esfuerzo de toda la ciudad, en muchos casos, también.
Espera una liga muy dura, muy larga, apasionante y de presupuestos inefables en muchos equipos; de estructuras de club consolidadas y propias de estos tiempos que corren. También de otros más modestos, de mermada economía y recursos. Ahí, estamos también, esa es nuestra liga y todo el mundo debe empujar por un bien común: ¡Quedarse para siempre! Un abrazo para todos y Forza Breo.