El milagro de la multiplicación de la sanidad ourensana

FIRMAS

18 ene 2015 . Actualizado a las 04:00 h.

Cuál fue la noticia de la semana en Ourense? ¿Tal vez el cese/dimisión de la exedila de Urbanismo por el «delito continuado de prevaricación urbanística» (según el juez instructor) o «por un acoso xudicial masivo» (según el alcalde de Ourense? ¿Quizás la reiterada petición de la fiscalía del TSXG de que se siente en el banquillo por prevaricación el exalcalde de O Carballiño y excandidato a la alcaldía de Ourense, Pachi Vázquez? ¿Lo serán las diatribas de Feijoo y Ana Pastor sobre el AVE, los efectos de Hermann o la imparable marcha del COB hacia la ACB? Cada lector tendrá sus prioridades pues todo es del color del cristal con que se mira. Apuesto que para una gran mayoría, esa que no compra periódicos (menos del 8% de los 326.724 ourensanos lo hacen), la noticia más relevante haya sido la situación de las urgencias en Ourense. Y apuesto a que esa gran mayoría silenciosa, lejos de los intereses políticos y sindicales (todos ellos cargados de razón y merecedores de todos los respetos) que afloraron en los medios de comunicación, está hoy orgullosa de una sanidad que, a pesar de recortes y gestiones erróneas, sigue siendo un lujo. Un lujo que pagamos todos, es cierto, pero que alcanza ese grado merced a la profesionalidad, esfuerzo y espíritu de trabajo de miles de personas (funcionarios públicos o de empresas contratadas) de la sanidad ourensana que hacen posible el milagro de la multiplicación para que la asistencia al paciente no se resienta. El árbol de la demagogia y de los intereses políticos (tan numerosos esta semana como las camas en los pasillos) no nos dejan ver el bosque de la extraordinaria capacidad humana y profesional de los anónimos trabajadores (sean médicos, enfermeras auxiliares o lo que sean) que nunca salen en los periódicos pero que palían con su esfuerzo los fallos de gestión de los que sí buscan los flashes? ¡en las inauguraciones! No vi a ningún político en las repletas urgencias o aplaudiendo el trabajo ímprobo de los trabajadores. Lo primero me llena de estupor y vergüenza. Lo segundo, de orgullo y satisfacción.

La maniobra. Leo en La Voz que la exedila de Urbanismo dimitió de su cargo cuatro días después de que el alcalde le revocara (es decir, que la dejara sin trabajo) todas sus competencias, «en cumplimiento del código ético del PSOE». Leo el tal código y dice que «cualquier cargo público u orgánico del PSOE al que se le abra juicio oral dimitirá de su cargo en el mismo momento en el que se le dé traslado del auto de apertura y solicitará la baja voluntaria». Nada dice que el alcalde tenga que suspender de sus funciones al político imputado con anterioridad a la dimisión de éste. Si lo hizo fue, como denuncia el grupo político de Democracia Ourensana, en beneficio de su compañera socialista. Si Áurea Soto se va del Concello de Ourense, y como le pasa a todos los trabajadores que abandonan voluntariamente su empresa, no cobra el paro. Si la echan, como es el caso tras la maniobra del inspector de Hacienda metido a alcalde, sí lo percibe. El tiempo pondrá a cada uno en su sitio. En el de la honradez (irse con todas las consecuencias) o en el de la avaricia (marcharse con las espaldas cubiertas por los dos años más de teta pública).