«Pontevedra dejó de consumir y hubo que moverse para buscar otras plazas»
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La Nueva Moderna es una de las marcas de interiorismo más exclusivas de Pontevedra, con clientes en toda Galicia e incluso fuera de esta comunidad. Isolina Castro es su alma máter y para hacer frente a la crisis no ha parado de moverse en busca de nuevos clientes.
-¿Por su vinculación con la construcción, el sector del mueble y la decoración habrá sido de los más afectados por la crisis?
-Muy afectado. El 2012 y el 2013 fueron dos años terribles y a partir del segundo semestre del 2014 empezó a repuntar un poquito la demanda. Parece como que la gente perdió un poco el pudor y el miedo a gastar.
-¿Ha tenido que hacer reajustes en la gestión de su negocio?
-Tuvimos que minimizar los gastos para poder subsistir. Pero, sobre todo, movernos mucho. Pontevedra dejó de consumir y hubo que moverse para buscar otras plazas y otros clientes fuera de aquí, en A Coruña, en Ourense, en Santiago, en Ribeira... Si nos limitáramos a Pontevedra, no hubiéramos subsistido.
-¿Y de cara a los clientes como se combate la crisis?
-Con mucha imaginación y con mucho más esfuerzo de asesoramiento para ayudarles a actualizar sus casas por fases y que les salga lo más barato posible, sin perder tu esencia de marca. Con pequeños cambios innovadores y sin grandes gastos una casa puede mejorar muchísimo, cuando se recurre a un profesional.
-¿El fenómeno Ikea ha hecho mucho daño a su sector?
- Nos perjudicó un tiempo, pero ahora la gente se ha dado cuenta de que por un poco más está comprando calidad y asesoramiento. Incluso los más jóvenes se cansan de que su casa sea igual a todas y buscan la personalización.
Isolina Castro garcía propietaria de la nueva moderna