Borja Quiza: «A mi vecina del piso de abajo no le gusta que cante»

FIRMAS

MARCOS MÍGUEZ

21 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Es locuaz. De voz poderosa. Enlaza unos temas con otros. «Soy hiperactivo de siempre. Duermo 4 o 5 horas. Aunque quede un poco extraño decirlo tengo un coeficiente intelectual de superdotado y me encanta saber de todo», asegura Borja Quiza Martínez. Es de Ortigueira, vivió once años en Madrid y ahora reside en A Coruña. Es un barítono lírico de talla internacional. «La voz va cambiando, ahora ya no soy tan lírico». Tiene 32 años. Está casado desde hace más de siete años con una bailarina de danza española que abrió el Centro Artístico Galemúsica detrás de San Pedro de Mezonzo. Son padres de dos hijos, Daniela, de 4 y medio, y Valentina de 6 meses.

Prehipster

Luce un aspecto algo hipster. «Soy prehipster. Me dejé la barba para parecer mayor y poder optar a más trabajos. Era un tirillas. Pesaba 65 kilos e hice una dieta de seis meses a base de proteínas y gimnasio para llegar a los 71, que es lo que peso. Ahora sin barba no me veo, no me reconozco. En solo tres producciones consiguieron que me afeitase», recuerda. Lleva varios anillos. Es cocinillas. Fusiona recetas italianas, que aprendió cuando residía allí, con las preparaciones de aquí que le enseñó su abuela. Su especialidad es pasta con mariscos gallegos. Viaja mucho, pero «no soporto hacer la maleta ni los aeropuertos». Dice que su principal virtud es la constancia «Mi madre le llama testarudez». Y su defecto más destacado es «que soy perfeccionista, y eso es difícil de llevar para los que están a mi lado», confiesa Borja, al que le gusta recorrer el paseo marítimo desde las Esclavas hasta el Portiño.

Un padrazo

Habla sin parar de sus hijas. «Es complicado ser padre con esta profesión. Vengo de estar un mes en Tenerife y es duro, aunque gracias al skype y al facetime cuando llegas a casa las niñas te vieron ayer». Daniela, la mayor, es fan de su progenitor y es capaz de estar sentada más de tres horas viendo una ópera. Me cuenta una anécdota divertida. «En febrero interpreté en Sevilla La Cenerentola. La niña estaba sentada en una zona reservada donde también fueron la duquesa de Alba y Alfonso Díaz. Se quedaron tan sorprendidos que se acercaron a ella. «Mi padre es el que canta», les dijo. A Alfonso le hizo tanta gracia que fueron a vernos a los camerinos y llevaba a Daniela en brazos», recuerda. La pequeña lo lleva en la sangre, de hecho pidió a los Reyes tres disfraces y un guiñol de marionetas. «Para ella es lo normal, me ve en casa cuando estudio o ensayo y le gusta estar a mi lado. Cuando canto se oye en todo el edificio, aunque a mi vecina de abajo no le gusta que cante».

Navidad en el Colón

En el calendario del 2015 tiene varias fechas en rojo. Cantará en Barcelona, en Sevilla y en junio en A Coruña La Flauta mágica. Pero en la última hoja del almanaque de este año hay una marca en los días 27 y 28. Estará en el Teatro Colón protagonizando Cool swing, a night with Borja Quiza. «Es un gran espectáculo, con un formato con 32 músicos y seis bailarinas. Es una big band y orquesta de cuerda como las de los grandes conciertos de Sinatra. Es música americana de los cuarenta y cincuenta con arreglos originales», explica. Le pido que me diga un sueño. «Llegar a los 70 años viviendo de la música con mi criterio. Como Leo Nucci. Ahh, y tener una casa en Ortigueira».

«Soy hiperactivo de siempre, duermo cuatro o cinco horas»