Un regalo envenenado en el antiguo Maxi

m. ballesteros OLEIROS / LA VOZ

FIRMAS

García Seoane atribuye a la «demagogia» del BNG su oferta de negociar la compra

16 dic 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El portavoz del BNG de Oleiros, Manuel Sarmiento, recibió ayer oficialmente el decreto de alcaldía en el que Ángel García Seoane delega en él las gestiones para negociar la compra del solar donde se levantaba el hotel Maxi, en el paseo de Santa Cruz, y lo hizo con una mezcla de satisfacción, escepticismo y cautela. Lo considera por una parte «una victoria» de su formación y sobre todo de los vecinos, que han constituido una plataforma para reclamar que no se levante un nuevo hotel en el solar, tal como está previsto, y se destine a uso público; por otra, lo ve como «un golpe de efecto» del regidor ante el primer pulso ciudadano; y por último, considera que el alcalde juega con las «cartas marcadas» porque no garantiza que, si las gestiones dan resultado, la compra vaya a concretarse.

¿Es un regalo envenenado? «Pode ser calquera cousa», concluye Sarmiento, quien exige al alcalde que aclare si se trata de una «proposta seria ou unha proposta fraude». Por lo pronto, García Seoane dejó claro ayer por qué ha tomado la decisión, que ya había sugerido en el último pleno sin que Sarmiento le diese más valor que el de una «arroutada» del regidor.

«Porque a demagoxia é tremenda». Por eso García Seoane convirtió su ocurrencia en decreto, que ayer envió por correo electrónico a los portavoces de la oposición. «En España non hai comunismo, por tanto, unha parcela que é privada e que o plan cataloga como hoteleira é do dono», dijo el alcalde, quien añadió además que el precio de la parcela es «altísimo». Aún así, García Seoane quiere que Sarmiento lo intente y trate de lograr unas condiciones ventajosas. «Negocie vostede co propietario e se chega a un acordo bo para o municipio quedámonos coa parcela», es la propuesta que le hace al portavoz del BNG.

Es esa última «coletilla» del decreto, en la que el Concello habla de la «posibilidade» de comprar, lo que rechaza Sarmiento, quien reclama al alcalde una reunión en la que se establezcan las condiciones para la negociación, se le dé acceso a la documentación y también pueda disponer del equipo técnico del Concello. «Se non, quedo á arbitrariedade do alcalde», se queja el edil.