La encuesta de Sondaxe que hoy publica la edición ourensana de La Voz plantea un misterio: ¿cuál es ese rincón mágico de la provincia en el que, según la demoscopia, no hay ningún problema que resolver? Y es que el 9 % de los encuestados, preguntados por cuál es el principal problema a solucionar en su municipio, dicen que ninguno. No tienen. Benditos ellos.
Las encuestas hay que tomárselas como se las toman los políticos (muy en serio si te dan brillo y muy a pecho si te lo quitan). Pero no me digan que el resultado no es una declaración de intenciones aunque sea minoritaria. Va a resultar que los ourensanos llevamos décadas equivocados y que la maleta, aunque teníamos que hacerla, no era para emigrar sino para mudarnos a un concello no muy lejano.
En una provincia en la que según este mismo sondeo casi la mitad de la población clama por una solución para el desempleo -y la solución no es otra que trabajo- hay un lugar que es El Dorado.
Las encuestas, como tantas cosas en la vida, son interpretables. Así que podemos confiar, cruzar los dedos y ponernos en plan Indiana Jones en busca del arca perdida... e intentar encontrar ese Ourense mágico libre de problemas: de verdad que es el lugar donde quiero vivir. También podemos pensar que, en este caso, los encuestados eran gente optimista, de esa que cree que el vaso siempre está a punto de desbordarse. O que, simplemente, no vieron problemas porque no se habían puesto a mirar.