La publicación se repartirá puerta por puerta en los hogares del municipio
29 nov 2014 . Actualizado a las 13:00 h.«Non é a historia de García Seoane», aclara el alcalde de Oleiros, si no la «realidade» del municipio durante los últimos 38 años, aunque a la vista de las fotos y los episodios más destacados pudiera parecerlo a veces. Oleiros, a forza dun pobo es la última publicación editada por el Concello en la que, a través de 132 páginas con abundantes imágenes y recortes de prensa, ha querido plasmar el resultado de dos años de trabajo y documentación y hacer así un recorrido por los episodios más importantes del movimiento vecinal del municipio.
El libro fue presentado ayer por García Seoane y las concejalas Marga Figueroa y María José Varela, cuyas imágenes también pueden rastrearse en las páginas de la publicación, en las que se recuerdan momentos tan chocantes -desde la mirada de hoy- como la privatización de la playa de Santa Cristina, a la que había que pagar por acceder en el año 1977, o la reinauguración de la iglesia de Dexo tras su reconstrucción, a la que se opuso, según destaca la publicación, el entonces obispo Antonio María Rouco Varela, quien posó después junto al alcalde.
En la historia del municipio también se entremezclan las imágenes más internacionales de García Seoane, que aparece en más de una ocasión con Fidel Castro, a quien el Concello nombró concejal honorífico en 1984; con el presidente de Nicaragua Daniel Ortega; y con la activista guatemalteca Rigoberta Menchú, a la que acompañó cuando le entregaron el Premio Nobel de la Paz en 1992.
García Seoane se acordó también de sus enemigos, de las trifulcas y los «acosos e derribos» de los que se sintió víctima durante todos estos años, en los que solo tuvo dos mayorías absolutas, y confesó que no hay ningún episodio en concreto que destaque especialmente. Lo suyo, más que un momento, es una actitud: «Foi un estar combatendo día a día. Eu tiña que estar na brecha».
De la publicación se han editado 12.700 ejemplares, el número de hogares que se calcula que hay en el municipio, y se repartirá puerta por puerta. A los vecinos que no se localice en sus viviendas se les dejará una tarjeta para que puedan recoger su publicación en las dependencias municipales.