Unos ven la provincia «vampirizada» por el caciquismo y otros, llena de «potencial»

Miguel Ascón Belver
miguel ascón OURENSE / LA VOZ

FIRMAS

Gobierno y oposición insistieron de nuevo en sus diferencias irreconciliables

15 nov 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

Aunque el gobierno aprobó ayer el 35 % de las propuestas que presentó la oposición, ese guiño no evitó que el debate sobre el estado de la provincia que ayer estrenó la Diputación sirviera para escenificar las diferencias irreconciliables que existen entre el PP, por un lado, y el PSOE y el BNG por el otro. Mientras los populares ven a Ourense lleno de «potencial», los socialistas y nacionalistas culpan al baltarismo del atraso de la provincia.

Adelantándose al discurso de la oposición, el presidente, José Manuel Baltar, aprovechó su primera intervención para hacer hincapié en las «posibilidades inmensas» del futuro rechazando «os victimismos dos profesionais do apocalipse». Dijo, entre otras cosas, que hay 19 provincias con menor densidad de población y 30 con mayor porcentaje de parados. «¿En que estatística somos os peores?», se preguntó Baltar para inmediatamente responderse a sí mismo que «en ningunha».

Tal afirmación soliviantó a los portavoces de PSOE y BNG. El socialista, Ignacio Gómez, dijo que el presidente vive en un «mundo virtual e imaxinario» y lo invitó a recorrer comarcas como las de Trives, Caldelas y Baixa Limia, «tres exemplos desoladores», según apuntó. El nacionalista Leopoldo Rodríguez también bromeó con los «soños que ten na cabeciña» Baltar y, en su caso, dijo que este vive en el «país multicolor» de la abeja Maya.

La radiografía de la provincia que planteó la oposición fue, en definitiva, catastrofista. PSOE y BNG hicieron hincapié en la despoblación y la falta de oportunidades laborales. La Diputación, a su juicio, no ha hecho ni hace nada para corregir esa situación porque su política de contratación, según Ignacio Gómez, solo beneficia «aos seus» (en referencia a los miembros del PP) y porque la institución provincial ha invertido mal los fondos europeos recibidos. «O desenvolvemento de Ourense é o inimigo de Baltar. Por iso vampiriza á provincia», dijo el nacionalista Leopoldo Rodríguez, que llamó a los miembros del gobierno provincial «camarilla endogámica» y «procesión dos caladiños».

Las referencias al pasado fueron muchas y la oposición no dejó pasar la oportunidad de recordar la devolución de 10,1 millones de euros que la UE reclama por irregularidades en dos proyectos de instalación de depuradoras así como la inhabilitación del expresidente, José Luis Baltar, por 104 enchufes del año 2010. De hecho, PSOE y BNG consideraron que el actual presidente se benefició de aquellas contrataciones para relevar a su padre al frente del PP ourensano y, a la postre, para situarse como máximo responsable de la Diputación.

José Manuel Baltar defendió su legitimidad en el cargo y lamentó que la oposición se alegre de las dificultades de la institución. «Canto mellor, peor», dijo el presidente, que inició y culminó su primer discurso del debate sobre el estado de la provincia con la última frase de su himno: «Ourense, patria do corazón».

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