La radio de Álvaro Rodríguez es un reto personal. «Para mí es muy satisfactorio no solo que la selección de música que hago le guste a la gente, sino el crear una emisora de radio. Normalmente es algo que hacen empresas con un buen equipo informático», señala. Pero este joven ourensano no pierde de vista la realidad y mantiene los pies bien pegados al suelo y los números en la cabeza. «Aparte de lo que me pide la Sociedad General de Autores al mes, tuve que depositar 300 euros de fianza. También se me van 50 euros al año en la página web y otros 95, también anuales, en el servidor de la radio. Pero sabes que en todo negocio al empezar hay que gastar, y yo estoy invirtiendo mis ahorritos que tenía y también la paga de los domingos», relata para explicar que «no me lo tomo como un negocio, porque no lo es; es un hobby». Eso no le impide soñar con el éxito. «Quizá algún día tenga miles de oyentes y las empresas se peguen por anunciarse, pero si ocurriera tampoco me dedicaría solo a ella», asegura.