La capital ourensana, entre los últimos de la clase en transparencia contable

La Voz

FIRMAS

07 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

El Concello de Ourense es uno de los trece ayuntamientos de la provincia que aún no han remitido sus resultados económicos del año 2013 al Consello de Contas. El gobierno municipal socialista, que está en minoría, llevará este asunto a la sesión plenaria de hoy, pero necesita el respaldo de la oposición para aprobar la cuenta general y no sería la primera vez que la falta de apoyos demora el cumplimiento de las obligaciones del Concello de Ourense. Esta entidad local es, de hecho, una de las más reincidentes de la provincia en esta infracción de la normativa.

Las cuentas del ejercicio 2012, que debían haberse remitido al Consello de Contas antes del 15 de octubre del año 2013, no se presentaron ante el órgano fiscalizador hasta el 24 de febrero del año 2014, es decir, con cuatro meses de retraso. Hay que tener en cuenta que, aunque la primera vez que se sometió a aprobación ya era fuera del plazo establecido (el 27 de diciembre), el gobierno local vio como la remisión de sus datos al Consello de Contas se retrasaba aún más debido al bloqueo de la oposición.

El bipartito de PSOE y BNG se rompió en el año 2012, de modo que la excusa de las dificultades de gobernar en solitario para justificar el incumplimiento con la rendición de cuentas serviría solo de esa fecha en adelante. Sin embargo, la demora del Concello de Ourense en cumplir con sus obligaciones no es nueva. Todas las cuentas generales desde el año 2006 (cuando aún gobernaba el Partido Popular) fueron remitidas al órgano fiscalizador con retraso.

Más incumplidores

El de la capital ourensana no es, sin embargo, el único ayuntamiento de la provincia que reincide año tras año en esa actitud ante los requerimientos que la legislación establece para las relaciones de las administraciones públicas con el Consello de Contas. Además del de Ourense, los ayuntamientos de A Rúa, Manzaneda, Melón, O Barco de Valdeorras, Os Blancos, Vilamartín de Valdeorras y Xinzo de Limia llevan cinco años sin presentar en sus cuentas en los plazos marcados. Cabe destacar, no obstante, que todos ellos acabaron enviando la documentación al Consello de Contas. Eso sí, con retraso.