«El juez le dedicó tiempo», dice Lence tras salir absuelto de delito ecológico

vilalba / la voz

FIRMAS

Leite Río deja de recoger la leche a los ganaderos que se pasan de cuota

01 nov 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

La acusación de delito ecológico por vertidos al río Tórdea a su paso por O Corgo era una «barbaridad». Jesús Lence, gerente de Leite Río, se refería así, ayer, al proceso judicial que lo llevó a sentarse hace, varios días, en el Juzgado de lo Penal de Lugo y en el que ha sido absuelto.

El empresario fue acusado por hechos que ocurrieron en el 2002. Se detectó un vertido en el mencionado río, se comprobó que procedía de la empresa citada y se tomaron muestras. La sentencia recoge que el vertido tuvo su origen en una avería, y excluye que existan datos «concretos y reales» de que el acusado pudiese prever esa circunstancia.

Ayer, después de saberse que había sido absuelto, Lence recalcó que la sentencia, más que causarle satisfacción, le parecía sobre todo «real». Para ello, dijo, fue importante el trabajo del juez en el estudio de los hechos: «El juez le dedicó tiempo», aseguró el empresario, que, por otro lado, se mostró crítico con el papel jugado por el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil: las impresiones de ese organismo, pudiendo observar un supuesto delito ecológico, eran una «barbaridad».

Aunque en la sentencia se admite que el vertido causó daños al ecosistema del río Tórdea, se admite también que no hay datos suficientes para imponer una pena «condenatoria».

Sin recogida

Por otra parte, Leite Río ha tomado una decisión sobre la recogida de leche que tendrá repercusión sobre los ganaderos y la cantidad que entra en sus instalaciones. Los productores que hayan rebasado a estas alturas del año la cuota láctea asignada se quedarán sin la recogida por parte de esta empresa, una medida que confirmó ayer Lence y que aparta a esta firma, según informaciones, de la conducta seguida por otras.

Una decisión de este tipo abre la puerta a varias hipótesis. Una de ellas, que directamente permitiría a los ganaderos continuar con la producción, es el alquiler de cuota. Esa opción es posible hasta febrero. El precio puede variar, aunque las causas de la oscilación no parecen las mismas, según fuentes consultadas ayer: unos aseguran que el aumento es directamente proporcional a la escasez de materia prima -a menos leche, más se paga el alquiler-, y otros, a la amenaza de posibles sanciones por supertasa -un escenario que puede reproducirse, pero que lleva años sin plantearse-.

Aunque Lence recalcó ayer que el problema no estaba en falta de materia prima, desveló también que a ganaderos que venden su leche a Leite Río se les había buscado una alternativa, consistente en buscar cuota en Andalucía. Leite Río ejerció un papel de intermediación con unos 300 ganaderos, a los que localizó las zonas donde podría haber cuota disponible. Los granjeros consiguieron unos 30 millones de kilos para poder mantener la actividad de sus explotaciones.

«Las impresiones del Seprona eran una barbaridad», señala el empresario lácteo