De la política y los símbolos

Manuel Blanco

FIRMAS

27 sep 2014 . Actualizado a las 12:48 h.

Hacer política con los símbolos es un error de bulto. Porque efectivamente, como dice el PSOE, puede dañar su imagen, pecado imperdonable en estos tiempos de anorexia ética. Javi Gómez Noya es un símbolo. Un chico normal que ha peleado como un titán hasta convertirse en el mejor atleta gallego de la historia. Cualquiera que haya buceado estos días por las redes sociales se habrá quedado abrumado por la ola de simpatía que despierta. Por la admiración que levantan sus hazañas.

Javi entrena en Pontevedra. Vive en Pontevedra. Y alguien decidió convertirlo en un embajador de la ciudad por el mundo. Bien hecho. El dinero que se le va a dar no se detrae de las partidas del deporte base. No. Se obtiene de otros fondos. Bien podría haberlo hecho el PSOE, que dirige la parcela de Turismo. Pero no lo hizo. Muy al contrario, ha decidido convertirlo en el centro de una polémica. Una decisión extraña. Injusta con el chaval y con lo que representa.