El precio de la leche enfrenta a ganaderos y empresas lácteas

xoán r. alvite MAZARICOS / CORRESPONSAL

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ALVITE

Productores barbanzanos denuncian que la industria incumple de forma reiterada los contratos y revisa las tarifas a la baja de unilateralmente

26 sep 2014 . Actualizado a las 05:00 h.

Los ganaderos de la comarca cargan con dureza contra algunas lácteas a las que entregan la producción de sus vacas y a las que culpan de incumplimientos reiterados en los contratos homologados de compra-venta de leche suscritos entre varias partes. Los productores se quejan de que las industrias utilizan prácticas como la corrección a la baja de los porcentajes de grasa y proteína para modificar los precios en origen. Otras, caso de Leche Río, incluso echan mano de la cantidad de lactosa de la leche en origen -parámetro que no encuentra recogido en ninguna normativa oficial- para reducir los precios e incluso amenazar con dejar de recoger la leche a unos ganaderos, tal y como denuncian desde la Organización de Productores Lácteos (OPL), entidad que aglutina a la mayor parte de productores de la comarca.

«As industrias xa non saben como facer para baixar aínda máis o prezo do leite e teñen que inventar cousas coma o tema da lactosa para desfacerse de recollida e presionar os prezos á baixa. Na comarca non hai problemas coa lactosa nin con ningún outro parámetro. O problema máis grande que temos é o de ter que tratar con xente que se quere aproveitar do noso traballo e do noso esforzo», apuntó Manuel Iglesias, ganadero de Santa Comba y presidente de OPL.

Los contratos homologados de compra-venta de leche nacieron como una herramienta para regularizar unas relaciones contractuales entre productores e industrias que hasta el momento venían siendo, en la práctica totalidad de los casos, verbales. Al mismo tiempo, se creía que acabarían con la incertidumbre de precios y garantizarían al ganadero la recogida de toda su producción. Objetivos estos, que según plantean desde el propio sector, están lejos de cumplirse. «É difícil que os contratos sexan útiles cando as condicións que recollen as impón de forma unilateral unha das partes e, sobre todo, cando á outra non lle queda máis remedio que firmar», apunta un ganadero de Mazaricos que reclama un mayor control de la Administración.