Un amigo de la chica hablaba por teléfono con ella y percibió que era secuestrada

La Voz

FIRMAS

25 sep 2014 . Actualizado a las 04:00 h.

La presunta víctima de esta agresión sexual había estado la noche del suceso en casa de un amigo en la calle Bonhome. Celebraban un cumpleaños. Después de jugar a la PlayStation, regresaba a casa sobre las cuatro y media de la madrugada, hablando por teléfono con uno de sus amigos cuando, según su versión, fue abordada por el acusado, que la intimidó y amenazó con una navaja tanto para que entrara en el coche como durante el camino hacia Portugal. El amigo con el que hablaba se percataría de lo que estaba ocurriendo. Alertó al resto del grupo. Salieron a buscarla y avisaron a su madre.

La víctima, mientras, iba de camino a Portugal, a una casa de la expareja del acusado, donde el acusado, según la versión de la chica, lo primero que hizo fue pedirle que se duchara, «que olía muchísimo a sudor». No solo la forzó sexualmente, sino que, según sostiene ella, la tuvo encerrada en una habitación y la metió en un saco, con las manos atadas, pese a que ella le rogó que no lo hiciera por ser asmática. Al final, sin embargo, la dejó en Valença, amenazándola para que no contara nada. Él afirma que dejarla allí era parte del trato.

Tres delitos

Joaquín Manuel O. C. , de 35 años, se enfrenta a una petición de prisión de más de veinte años y 50.000 euros de indemnización. Llega al banquillo de los acusados con una imputación de detención ilegal, otra de agresión sexual y una tercera de lesiones.

El acusado lleva en prisión por esta causa desde el 23 de julio de 2012, detenido a los pocos días del suceso al ser identificado.