«Han rendido tal y como yo esperaba. Mis cálculos los situaban entre el octavo y el decimoquinto puestos». El seleccionador nacional de la clase 49er, Carlos Llamas, valoraba ayer la décima plaza de Carlos y Antón Paz en el Mundial de Santander con la frialdad de quién debe engrasar una máquina perfecta capaz de subirse en menos de dos años al podio de los Juegos de Río.
De ahí que tras comentar lo ya sabido, que los liceístas «se han preparado toda la temporada con un único objetivo, el Mundial, sacrificando material y físico» para llegar en óptimas condiciones al primer punto de expedición de pasaportes olímpicos, Llamas vaya directamente al análisis menos triunfalista: «Me ha sorprendido el gran estado físico demostrado por Carlos y Antón Paz con mucho viento, con él los veo en condiciones de pelear por el cajón -de podio-. Pero tenemos todavía carencias con poco viento. Nos queda trabajo por delante, puliendo errores». En todo caso, el seleccionador entiende que «estamos más o menos en el buen camino».
Tras el corte del Mundial 2014, el equipo preolímpico español queda reducido a los barcos de los Paz y los Alonso. Con ambos mantendrá Carlos Llamas un encuentro de trabajo a partir de mañana, mientras embalan sus 49ers con destino a Río de Janeiro. Allí participarán en una concentración y en un par de pruebas del 27 de octubre al 16 de noviembre. Y sin tiempo para descansar, del 27 al 30 de este último mes los Paz disputarán la última prueba de la Copa del Mundo 2014 en Abu Dabi.