La Vuelta retomó en el 2011 su relación con Galicia, para vivir desde entonces un idilio con la Comunidad, en general, y la provincia de Pontevedra, en particular. Una relación atribuible en buena medida a la apuesta de la Diputación por convertir la ronda en el mayor spot publicitario de sus encantos turísticos, a la vez que ofrecía a sus vecinos y visitantes la oportunidad de ver a los mejores ciclistas del planeta.
Un vistazo a la nómina de ganadores en terreno pontevedrés da fe de ello. Sin mirar más atrás, en el 2011 un Peter Sagan de 22 años se alzaba en Pontevedra con el segundo de sus tres primeros triunfos en una edición de La Vuelta, imponiéndose al esprint en la etapa con salida en Ponteareas.
En el 2012 otro esprínter redomado, John Degenkolb, levantaba los brazos en la llegada de Sanxenxo, con Ponteareas de nuevo como punto de partida en la décima etapa. Dos días después el líder del Katusha, Purito Rodríguez, reforzaba su liderato provisional -acabaría tercero en la general- coronándose ganador en el Mirador do Ézaro tras el estreno de Vilagarcía como lugar de partida de una jornada de la Vuelta.
El año pasado la Diputación redobló su apuesta por la carrera trayendo su mismísima salida a Vilanova, otra localidad que se vestía de largo en la ronda. La crono por equipos se la llevó el Astana en la meta de Sanxenxo. Después vendría el triunfo del irlandés Nicolas Roche en Baiona, con partida desde Pontevedra. Y en la tercera etapa el estadounidense Chistopher Horner logró la primera de sus dos victorias en la Vuelta 2013, convirtiéndose en el corredor de más edad en situarse líder en una de las tres grandes rondas, que acabó ganando.