Aunque aún quedan algunas semanas para que oficialmente concluya el verano, lo cierto es que os últimos días de agosto suponen para muchos el final de las vacaciones y el retorno a la realidad laboral y escolar. Algo de esto se percibía ayer en el ambiente del pabellón municipal de deportes de Poio, escenario del Festival de verán. Esta cita viene a ser una suerte de colofón a la ludoteca-campamento de las Escolas Deportivas de este municipio pontevedrés donde los niños inscritos pierden toda la vergüenza y demuestran a sus padres y hermanos que no han perdido el tiempo durante la temporada estival.
En esta ocasión, los responsables de la actividad decidieron que la música, o más bien los videoclips, de las últimas décadas del siglo XX fuera el eje central del festival, si bien la ambientación estaba centrada en los 70 y 80. Tras semanas de ensayos, de caídas y de equivocaciones, los pequeños demostraron que lo suyo es el arte con mayúsculas. Ante unas gradas que por momentos se quedaron pequeñas ante la expectación que despierta esta cita, los más de doscientos niños que participaron en esta edición de la ludoteca-campamento representaron temas tan universales como el Thriller de Michael Jackson, Los pajaritos de María Jesús y su acordeón o Susanita tiene un ratón de Los Payasos de la Tele, así como tampoco faltaron a la cita las canciones de Madonna, Parchís o de El rey León.
Y si en la pista se respiraba emoción, en las gradas emotividad. Muchos padres tuvieron que hacer esfuerzos para contener las lágrimas que asomaban a sus ojos al ver los bailes de sus hijos, aunque hubo más de uno que se dejó llevar en una mezcla de lágrimas, risas y asombro. Por cierto, la dirección de las Escolas Deportivas anunció ayer que el campamento de este año ampliará su duración hasta el 9 de septiembre, de tal modo que cualquier interesado debe comunicárselo a los monitores.