La promoción turística de Ourense lleva años sufriendo reveses en lo que se refiere a la tutela de las administraciones sobre este sector estratégico. La Diputación cerró en el año 2012 su Padroado Provincial de Turismo por la falta de implicación de otras instituciones públicas y privadas -que adeudaban las aportaciones que habían comprometido- y el Concello de Ourense decidió este mismo año hacer lo mismo con la empresa que había creado para atraer turistas a la capital provincial. En este marco, no es de extrañar que la valoración de los ourensanos sobre la promoción turística sea negativa. Esa es la opinión mayoritaria de los encuestados sin importar el tamaño de su lugar de residencia. Sin embargo, hay ciertas diferencias destacables.
Las administraciones centran sus esfuerzos en promover el turismo en la capital y en espacios naturales muy concretos, de modo que -a juzgar por los resultados del barómetro de Sondaxe- quedan lagunas en la provincia. Los más críticos con la promoción turística de la provincia son los residentes en las principales cabezas de comarca. En las villas de entre 10.000 y 20.000 habitantes (Verín, O Carballiño, O Barco, Xinzo y Barbadás) la desaprobación crece hasta el 62,9 %. Por otro lado, los más satisfechos con el trabajo realizado en esta línea por las distintas administraciones son los que viven en municipios de entre 5.000 y 10.000 habitantes,