Ourense, entre la revancha de Feijoo y la docilidad de Baltar

José Manuel Rubín SIETE DÍAS, SIETE VOCES

FIRMAS

22 jun 2014 . Actualizado a las 06:00 h.

Cómo cambian los tiempos, Venancio, qué te parece; qué te parece, Venancio, cómo cambian los tiempos». El estribillo del son cubano viene como anillo al dedo para analizar, con perspectiva ourensana, el nombramiento de Ethel Vázquez como conselleira de Infraestructuras. Fue un mero trámite administrativo. Estuvo desposeído del fulgor de antaño. Desde Ourense no se escuchó ni un tímido lamento por otra oportunidad perdida. Ya hace tiempo que no se oyen por estos predios frases como ésta de Baltar (el de antes): «Hai que atornillar a Orza». La había pronunciado en aquellos tiempos tan próximos, a la vez que tan lejanos, en los que el barón ourensano pesaba mucho en cada nombramiento de la Xunta. Ya nada permanece de aquel espíritu ni de aquel poderío político. Ahora nadie de Ourense atornilla a nadie de Santiago. Quedó una vacante en la Xunta y nadie le dijo a Feijoo que tenía una ocasión de oro para mostrar una discriminación positiva con una provincia que languidece y que una buena manera de hacerlo era situando en la consellería más inversora a un ourensano/a. No es localismo barato. Es no resignarse a que un currículo brillante de Santiago supere a un currículo igual de brillante de Ourense. Con Baltar (el de antes) esto no pasaba. Ahora se da una conjunción negativa que paga la provincia. Por un lado, Feijoo olvidó sus raíces ourensanas (¿cuándo fue su última visita?) y, por el otro, Baltar (el de ahora) mudó los gritos estentóreos del de antes por un sepulcral silencio (hay silencios que son gritos ensordecedores) con el que, quizás, intenta purgar el pecado digital que le posó en la Diputación. Entre el olvido con sabor a revancha de uno y la docilidad del otro, así está Ourense, desangrándose en todas las estadísticas.

Dilema. Si el Concello de Ourense decidió no pagar la tasa de basura a Sogama, ¿se entiende que los vecinos de Ourense no la tienen que pagar al Concello? En caso de que éste la cobre igual, ¿es legal que recaude por un servicio que después no abona? ¿Por qué no paga el de Ourense, del PSOE, pero sí pagan los de Vigo y O Barco, ambos del PSOE? ¿Le pesa más al alcalde de aquí la política partidaria que la política ejemplarizante? Si el regidor se muestra insumiso en sus pagos a Sogama, ¿está invitando a la ciudadanía a la insumisión en sus pagos al Concello de Ourense?

CD Ourense. Hace tres años dijo Baltar (el de antes): «O mellor que lle pode pasar ó Ourense é que desapareza». Tras la asamblea habrá que darle la razón. ¿Por qué hay que mantener una sociedad anónima si el 80 % por ciento de sus propietarios no acuden a las juntas? ¿Por qué hay que insuflar cientos de miles de euros públicos en una empresa que no interesa ni a sus dueños? Es verdad que, junto a la inhibición de los propietarios, que son los que deben dar la cara. Tuvo la mala suerte de estar gestionado por un dúo de badulaques que tienen más cuento en la lengua que soluciones en la cabeza. Por su ineficacia en la gestión, Estévez y Morgade merecen pasar a la historia como los ineptos enterradores de un Ourense que no se salva con soflamas patrióticas con sabor añejo ni con pancartas que piden pero no dan.