El industrial baraja esta posibilidad para canalizar los excedentes
01 jun 2014 . Actualizado a las 07:00 h.El grupo Leche Río quiere estar preparado para el momento en el que desaparezcan las cuotas de producción láctea, en marzo del próximo año, y se registre un aumento de la producción en Galicia. Para ello está valorando la posibilidad de poner en marcha una torre de fabricación de leche en polvo en su planta de Veiga de Anzós, en Láncara, según confirmó el consejero delegado de la sociedad anónima, Jesús Lence Ferreiro. El industrial reconoció que ya están examinando las posibilidades del mercado, de cara a sustituir un esterilizador y dos llenadoras de esa planta, por la torre. La inversión, según admitió, será elevada.
Lence explicó que las perspectivas a partir de la próxima primavera son de un aumento de la producción de leche en Galicia. «Tenemos -dijo- que canalizar los excedentes y la fabricación de leche en polvo es una de las vías».
El incremento en la producción, según reconoció el industrial, ya se está notando en los últimos meses, lo que ha supuesto un descenso en los precios de entre dos y tres céntimos. Lence explicó que, a corto plazo, no se espera que sigan bajando.
En la planta de Veiga de Anzós, donde empezó Lence su trayectoria empresarial en el ámbito lácteo, con la primera de sus fábricas, seguirá envasando en brik, pero completará la producción con la torre de polvo.
Otros proyectos similares
Leche Río parece ser que no es la única industria que apuesta por la producción de leche en polvo para aprovechar los excedentes que se esperan con la desaparición de las cuotas. En los últimos meses en el sector lácteo se habla de otros proyectos similares para la provincia de Lugo, aunque, al menos de momento, ninguno de los dos que se barajan ha movido ficha públicamente.
Uno de los proyectos de los que se está hablando podría funcionar en Rábade.
Hace ya varios meses que trascendió que un grupo chino estaba buscando una planta en la provincia de Lugo para dedicarse a la fabricación de leche en polvo. Una de las que visitaron fue la de Castillo de Pambre, que entonces estaba en concurso de acreedores. Parece ser que las instalaciones no se adaptaban a las necesidades porque la maquinaria en uso era para la fabricación de queso.