La Rosaleda tendrá flores todo el año tras ser rehabilitada

Rodri García A CORUÑA / LA VOZ

FIRMAS

Al concurso de ideas se presentaron más de 40 proyectos y las obras de reforma comenzarán después del verano

24 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.

«Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero / para el amigo sincero / que me da su mano franca. / Y para el cruel que me arranca / el corazón con que vivo, / cardo ni ortiga cultivo; / cultivo la rosa blanca». Emotivos versos del poeta José Martí que se podrán hacer realidad en la Rosaleda, uno de los jardines más emblemáticos de la ciudad y en los que será posible disfrutar de las rosas prácticamente todo el año. Será después de la reforma que comenzará «en el segundo semestre del año, quizá el último trimestre, y el año que viene», apunta Enrique Salvador, concejal de Medio Ambiente del Ayuntamiento de A Coruña. La inversión total prevista es de «algo más de 400.000 euros», concretó el edil.

La idea de tener flores todo el año está hasta en el título del proyecto ganador del concurso de ideas convocado para mejorar este espacio y cuyo título es Rosas en diciembre. Recuerdan desde el Ayuntamiento que se presentaron más de 40 proyectos de los que 36 quedaron finalistas. La propuesta ganadora fue presentada por GCMP Paisajes Resilientes, con sede en Málaga, un estudio técnico «constituido en torno al paisaje como punto de encuentro de visiones cruzadas de la jardinería, la agronomía, las ciencias ambientales, la arquitectura y el urbanismo», indican sus responsables, que han visto como era premiada una de sus intervenciones en la Alhambra de Granada.

Un espacio agotado

Recorriendo la Rosaleda, Enrique Salvador explica que se trata de «un jardín, singular, precioso, que está un poquito agotado por el paso del tiempo, pero queremos darle el valor que se merece, porque es una pieza muy singular, independiente de los jardines de Méndez Núñez». Y es que se trata de un espacio ajardinado posteriormente, ya que se hizo en 1920 y por ello tiene un aspecto diferente.

Además, explica Salvador, este jardín «evolucionó mucho a lo largo de los años,» y como un ejemplo de ello apunta como siendo alcalde de A Coruña Alfonso Molina hubo «una solución distinta como era la de incluir las palmeras en los parterres», pero ahora ya no están.

Los autores del proyecto ganador recogen en el mismo esta evolución histórica: «Desde sus inicios los jardines de Aureliano Linares Rivas o de la Rosaleda se sitúan con cierta independencia respecto de la Avenida de las Palmeras y la Alameda central, posiblemente debido a que les separaban unos 40 años desde la concepción de unos y otros». Esta distancia en el tiempo «y su posición en el extremo más alejado ha provocado que un desarrollo autónomo, completamente desconectado del resto de los jardines».

Drenaje y árboles enfermos

Avanza el concejal de Medio Ambiente que los ganadores del concurso de ideas «harán ahora el proyecto definitivo y en base a la idea que han plasmado lo ejecutaremos». Luego insiste en que este es un espacio muy singular pero «la tierra está prácticamente agotada, no se ha renovado nunca y tiene enfermedades». Por ello por una parte habrá que desinfectar el terreno y también traer una tierra nueva.

Señala asimismo el concejal que en estos jardines «había un problema de encharcamiento, el suelo estaba mal saneado». Y por ello «se va hacer otro tipo de solera con drenaje muy específico para evitar ese encharcamiento».

El deterioro de la Rosaleda afecta también a los árboles de la misma, la mayoría de los cuales han ido desapareciendo. Enrique Salvador explica el motivo: «Son olmos que padecen una enfermedad, la grafiosis, que es muy contagiosa, se transmite por insectos y ante el menor síntoma los eliminamos porque lo que queremos es proteger el jardín de San Carlos, donde hay árboles singulares, ya que es la olmeda más antigua de Galicia y por eso están protegidos». Insiste asimismo en que ante el mínimo síntoma de la enfermedad en cualquier zona de la ciudad «tenemos que talar para que no se contagie, porque queremos proteger San Carlos. Es una cautela más».

De todos modos, esta carencia de árboles será subsanada con las obras de reforma. Explica Salvador que la seña de identidad de la Rosaleda es el rosal y lo que «muy acertadamente» han planteado los autores del proyecto de rehabilitación es, «aparte de un sustrato medio de árboles caducos y arboles perennes, un espacio muy poblado de rosas de distintos colores, olores y épocas de floración para que todo el año permanezca en flor, con el aroma que transmita la seña de identidad de lo que es la Rosaleda». Será, como escribió Martí, cultivar una rosa blanca, a lo largo de todo el año.