La venta de las propiedades de la cooperativa en liquidación no tiene fecha
06 may 2014 . Actualizado a las 07:00 h.Varias personas se pusieron en contacto con la administración concursal para interesarse por las naves de la cooperativa Xertigán, en concurso. La sociedad se encuentra en la fase de liquidación pero, por el momento, no se ha tomado la decisión de la fórmula para vender estas propiedades, que están sufriendo el deterioro del paso del tiempo. Podrían enajenarlas bien a través de venta directa, una posibilidad que está dando buenos resultados al Juzgado Mercantil para obtener mayores ingresos para repartir entre los acreedores, o a través de una subasta.
La decisión última la tendrán las entidades bancarias, con hipotecas sobre fincas y naves. Las entidades que prestaron dinero a la cooperativa de Xermade fueron el Banco Pastor, Banco Popular (ambos ahora forman parte del mismo grupo) y Novagalicia Banco.
Con el inicio de la fase de liquidación de la cooperativa también se abrió la sección sexta del concurso, que es la que determina si la quiebra fue culpable o fortuita. Tanto en un caso como en el otro, el administrador concursal tendrá que justificar su decisión. En el primero, además, señalar al culpable o culpables de la insolvencia de la cooperativa agraria. Fue la primera que presentó concurso de acreedores en la provincia. La segunda fue Gancobre, arrastrada por Alimentos Lácteos.
El concurso de acreedores de Xertigán estuvo desde el principio unido a la polémica. Comenzó cuando los ganaderos empezaron a recibir cartas en sus domicilios reclamándoles el pago de la deuda pendiente con la cooperativa. En el informe concursal figuraban 922.249 euros correspondientes a derechos de cobro.
Compensación de la deuda
El Juzgado Mercantil autorizó en su día la compensación de la deuda, dado que había ganaderos que si bien debían a la cooperativa, esta también había dejado de pagarle las entregas de leche o de carne. Finalmente sobre 23 obtuvieron esa compensación.
Fuentes consultadas señalaron que solamente un ganadero llevó la reclamación a la vía judicial y la perdió. El resto está saldando la deuda que figura en la contabilidad de la empresa, que recoge tanto las anotaciones como las facturas.
Xertigán cerró sus puertas en el verano del año 2012, después de quedarse prácticamente sin existencias y sin plantilla. Tuvo que dejar de atender el supermercado porque les cortaron el suministro eléctrico. Desde entonces está cerrado.