Del desplante simbólico al escrache real a CD Ourense

José Manuel Rubín SIETE DÍAS, SIETE VOCES

FIRMAS

27 abr 2014 . Actualizado a las 06:00 h.

Con los ecos de la Semana Santa volvieron a la actualidad dos términos, desplante y escrache, que manifiestan un anómalo funcionamiento de la sociedad. Contaba La Voz el lunes que solo 5 de los 27 ediles de la capital habían participado en la «procesión del desplante», una tradición que se remonta al siglo XVII cuando las autoridades eclesiásticas habían plantado a las municipales por no colaborar en la construcción de la escalinata de Santa María Madre. La espantada de los 22 políticos me llevó a pensar que éstos, en un gesto de pudor, quisieron esquivar la posible crítica de los actuales miembros del cabildo catedralicio. Puro espejismo. Ni los ediles de hoy se mueven por vergüenza torera ni los curas del 2014 tienen las agallas de los de antaño para, a la vista de lo que ocurre en el Consistorio, hacer realidad en el siglo XXI el desplante del XVII. Ni los curas, ni la sociedad civil. Los actuales políticos se mueven como pez en el agua en el clima de atonía social que sufre la capital ante la sucesión de imputaciones y falcatruadas que protagonizan sus representantes.

Y junto al desplante simbólico a la Corporación, el escrache real del personal de CD Ourense ante los gestores para pedir que les paguen los cinco meses que les adeudan. Fue una forma pacífica de decirle basta a unos oportunistas que se asomaron al palco de O Couto con afán de notoriedad pero sin un duro en el bolsillo ni una idea en la cabeza. Los manifestantes no saldaron las deudas pero se llevaron una denuncia judicial del vicepresidente Morgade por haberle molestado en la empresa en la que presta sus servicios. ¡El colmo! ¡Os paxaros revolvéndose contra as escopetas! Lo que me sorprende de este esperpento es que las cuitas las diriman los jugadores con unos directivos de paja y que no hagan aflorar en el conflicto a los propietarios del club, los que tienen la mayoría de las acciones. Ellos son los que tienen que hacerse cargo del equipo ante la ineptitud manifiesta de los actuales directivos, que no propietarios.

Las frases. Fernando Alañón, presidente de la Audiencia, dijo en el encuentro convocado por La Voz de Galicia para analizar el estado de la justicia en la provincia de Ourense: «No se fija población en el medio rural con polideportivos». Ha puesto el dedo en la llaga. Las políticas made in Fraga-Baltar no trajeron bienestar. Lo que daba votos era hacer obras y no la utilidad de las mismas. Ourense se llenó de polideportivos y se vació de habitantes provocando un despoblamiento que ahora se esgrime para suprimir servicios judiciales.

Natalia Rodríguez, enfermera e impulsora de un proyecto solidario en Guinea Bissau: «Llevo móviles para sobornar a los policías? Es increíble el nivel de corrupción que hay; están habituados al soborno, la extorsión y el abuso de poder». Cuando lo leía me preguntaba si la enfermera hablaba de una república africana de 1,6 millones de vecinos o de una monarquía europea de 47 millones.