El actor y crítico Óscar Suárez, amante del cine americano clásico, y el director y profesor de cine en la escuela Marcote, Alfredo García, que reivindica el español, debaten sobre las fortalezas y debilidades de las dos industrias
02 mar 2014 . Actualizado a las 07:00 h.En la Galicia del depende, hay pocos debates de blanco o negro, de sí o no, de trincheras irreconciliables. Aquí hablamos de cine. ¿Es mejor el español o lo es el americano? «Hay buen cine y mal cine», responden ambos, buscando el consenso ya de entrada. Y se suceden las citas a películas que los han disfrutado, y disfrutan, sean yankis o castizas. Pero luego, claro, cada uno tiene sus gustos personales. Y surgen los matices.
Al actor y crítico Óscar Suárez siempre le gustó el cine americano. Pero no el Hollywood actual, sino los géneros clásicos: el wéstern, el terror, los filmes bélicos... «Fue el primer cine que mamé», dice, con una chapa del capitán Spock, de Star Trek, en la solapa. Para la foto ha traído un allien a escala y reivindica aquellas grandes historias que no eran tan obvias: «En la primera de Allien no ves al monstruo. Te lo sugieren pero no lo ves. Y eso crea tensión. Luego, las siguientes ya son más obvias».
El director y profesor de cine en la escuela Marcote de imagen y sonido Alfredo García Pinal dice que reivindica el cine español y particularmente el gallego. «Todo pueblo tiene necesidad de expresarse y el cine es un mecanismo muy rico». En ese sentido, envidia a Estados Unidos, porque cree que su cine ha sido «el mayor instrumento de expansión de su cultura».
Pero, diferencias de gustos personales al margen, ambos creen que hay que tratar de proteger el cine propio porque es un elemento que genera cultura y enriquece a un país.
Eso sí, Suárez sí pone alguna pega al cine español. «Yo echo un poco de menos una pincelada de humor». No se refiere a las comedias, sino a los guiones incluso tristes. «Muchas veces se cae en lo sórdido porque falta humor», razona.
A García Pinal le parece que el cine americano actual de primera línea «solo busca rentabilidad», porque está en manos de la gran industria. «El cine americano actual es como la comida rápida: es fácil de digerir y no te deja nada», dice.
«Incluso te sienta mal», completa Óscar Suárez. Aunque fan de los géneros que se impusieron desde Estados Unidos, el crítico considera que en el panorama actual «hay mucha pestilencia, aunque a veces aparecen destellos, como The Monuments Men, la última de George Clooney». Pero echa de menos que los grandes directores, y cita a Coppola, Scorsese o Ridley Scott, fueran perdiendo brillantez con los años.
«Ahora la gente está más preparada», dice García Pinal. Hay más formación, más herramientas técnicas para saber contar las cosas, para enganchar al espectador. Pero sí reconoce que en España, los grandes géneros tienen un problema: «Se necesita mucho dinero para hacer esas producciones».
Español o americano, cine bueno o cine malo, hoy se celebra la gala de los Oscar. Probablemente ninguno lo verá. Pero le preguntamos al más americano de los dos y admite que, «aunque sea una horterada, pues claro que sí, me encantaría estar y echar unas risas». Que es de lo que se trata.